Germán Guerra: el aire que me falta mientras caigo



Poética

Vislumbro en el abismo
el peso de las sombras
que cargan las palabras,
el final que es la muerte
y el principio del tiempo,
los planetas en fuga
calcinando sus reinos
y este animal enfermo
de soberbia y cenizas
amparado en el pecho
de las constelaciones
que apagaron su luz
al principio del tiempo
y regalan las sombras
que cargan las palabras
al fondo del abismo
de otra página en blanco.




Julio Antonio Mella desnudo
ante la cámara de Tina Modotti


(México, 10 de enero, 1929)


Un puñal de luz blanca
y un puñal de tinieblas
apuntalan el cuarto
y la cara del hombre
con terco gesto amargo
inaugura el silencio.

Los únicos testigos
son el sol de la tarde
una página a medias
un cajón de palabras
y el lento paso eterno
de volcanes dormidos
que apuntalan la espera
de dioses y horizonte.

Se desviste despacio
y la ofrenda del cuerpo
se empodera en la sangre
en la pelvis y el pecho
de una mujer del mundo
que prepara sus lentes
sabiendo que la historia
guardará este momento
entre los anaqueles
de toda eternidad.

El mentón la mirada
los músculos del torso
unas piernas perfectas
la cámara en el aire
la mano temblorosa
latiendo en lo invisible
con el índice abierto
sobre el obturador.

La Modotti desnuda
besa el pecho de Mella
se penetran se funden
bajo el manto del tiempo
y la imagen se pierde
en lento paso eterno
y terco gesto amargo
contra la eternidad.




The Falling Man

(New York, 11 de septiembre, 2001. 9:41 a.m.)

Ante una fotografía de Richard Drew

mis hijos mis padres mis hermanos
la mujer que me despide al alba
mis amigos mis deudas mis silencios
el azar del camino los gritos las heridas
las heridas que sanan al instante
y las que nunca cierran como salmos
como manos cansadas que se hunden
en el dolor que me revienta el pecho
el aire que me falta mientras caigo
como un caballo de cristal y acero
los que saltan conmigo al horizonte
esta bandada de pájaros escritos
en el viento y los últimos latidos
la palabra la memoria las cenizas
la certeza de llegar a tiempo
la resurrección los hombres rotos
los que sangran conmigo en el olvido
las patadas que regala la vida
la libertad de decidir mi muerte
la certeza de llegar a tiempo
el abrazo a mis padres a mis hijos




Principio y fin

Escribir en silencio
esperar en silencio
olvidar en silencio
vivir caer moldear
gritar partir matar
volver preñar temer
creer buscar morir
temblar decir llorar
latir contar crecer
cocer herir perder
           colgar en las paredes
           hinchadas de silencio
           las frágiles palabras,
acodar la ventana
al canto de la lluvia
           –la música callada
             la soledad sonora–,
deambular la memoria
donde rompen las olas
–en las bocas del alba–,
             dudar a cada instante
             de la vida y el tiempo
             de la historia del hombre
             del principio y el fin
             de la ficción que es Dios
             y todo pensamiento,
palpitar en silencio
martillar en silencio
terminar en silencio.




(Poemas seleccionados de Nadie ante el espejo(Bokeh, 2017))





Germán Guerra (Guantánamo, Cuba, 1966). Poeta, ensayista, fotógrafo y editor. Ha publicado Dos poemas (Strumento, 1998), Metal (Dylemma, 1998), Libro de silencio (EntreRíos, 2007), Oficio de tinieblas (Aduana Vieja, 2014) y Nadie ante el espejo (Bokeh, 2017). Prologó y fueron incluidos varios de sus poemas en Reunión de ausentes: Antología de poetas cubanos (Término, 1998), textos suyos también aparecieron en Island of My Hunger: Cuban Poetry Today (City Lights, 2007), en la Antología de la poesía cubana del exilio (Aduana Vieja, 2011) y en 13 poetas (Hypermedia, 2017). Reside en Miami desde 1992.

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