Zhivka Baltadzhieva: Fuga a lo Real
CORAL
COMO EL UNICORNIO EN EL BOSQUE
Siempre ese progreso. Progreso, progreso, progreso.
Hacia las partículas elementales, hacia el control
total y absoluto,
hacia los programas autodesarrollables, hacia el código paralelo,
que /como me escribís/ está inserto en todo gen…
¿De quién entonces es este Gen Nuestro?
¿Qué es lo que recuerdan el agua, el aire, el vacío, el plasma,
la Gran Explosión y la Oscuridad Interior? ¿Qué
recuerda todo y nosotros
olvidamos?
Entre libros, ordenadores, dibujos rupestres,
herramientas de la vida y de la muerte,
pirámides, dólmenes, arrabales,
el rugir, Mozart, Bach, el silencio,
Leonardo da Vinci y la ceguera, Miguel Ángel, El Juicio
Final, el miedo, la fe, Dostoievski, el paraíso y el infierno, el Bosco,
lo inalcanzable, la destrucción y Goya,
la vida, la traición, Shakespeare,
los sueños, los molinos de viento, Botev, la soledad,
el caos, los niños, el bien y el mal, Cervantes,
el pájaro carpintero, los dragones y la lombriz, y Buda
te estalla la cabeza. Qué esfuerzo
a recordar.
¿A recordar? ¿El principio y el porvenir? ¿A Max Born, Tutankamón,
Safo, Marie Curie, Aquiles o Héctor, John
Atanasoff, Marina Tzvetaieva, Einstein, Dante, el Rey
Sol, Gógol, Rimbaud, Debelianov, Casandra, Euclides,
Galileo, Lorca, Goethe? Recordar…
Recordar. No, no el pasado,
ni el hoy, ni mañana… Recordar simplemente
lo innombrado.
Como el unicornio en el bosque de la memoria y los memoriales
me adentro.
Los periódicos de mañana notifican que según los últimos datos
el Sol no es una estrella excepcional,
única ¿por ahora?, ¿para siempre?
en el Universo.
¿Entonces?
Me paro en medio de la habitación, en medio del verso.
En medio de la niñez y la maternidad. En medio del prado verdoso
que un hada madrina convirtió en pasto.
En medio de la ciencia que corre a transformarme en un mecanismo
preciso y fácil de reprogramar. En medio de mi especie
que espera que esto se cumpla.
Me paro.
Bajo estrella sin norte,
mirada sin tregua.
¿Qué recuerda todo y nosotros
olvidamos?
¿Nosotros?
CONCEPCIÓN INMACULADA
Hemos descifrado la Biblia.
Hemos llegado al Principio.
Se ha escrito el verbo.
Empieza el Génesis de la Autorreproducción.
Fabricación controlada y cómoda
en vez de esta incierta, dolorosa
Creación.
Y ¿qué creará? el Hijo no-Único,
diseñado a medida
mía y de este mundo,
sin incógnitas gestado,
huérfano de más allá
en los vertederos de la inmortalidad.
* * *
Un kit de preparados químicos
al módico precio de X dólares servirá
para analizar en casa el ADN personal.
La simple muestra de células del interior de la boca
escribe la novela genográfica
de la especie humana. Y la mía propia.
El argumento busca en el cromosoma Y masculino
y en el ADN mitocondrial que transmiten las madres
la ruta de la iniciación en humanidad.
Fue hace escaso millón de años,
según se dice por ahí, cuando aquello comenzó.
Y aún comienza, comienza, comienza.
¿Cada vez por primera vez?
Cada vez
por
primera vez?
Y a menudo
no sucede.
No sucede.
En absoluto.
HISTORIA UNIVERSAL
Los versos,
grabados en los muros calcinados de Pompea,
trastocan el destino.
Los pulmones de las letras respiran la gran negrura
y la trasmigración acaricia
las partículas caducadas.
Sólo materia oscura
y Ovidio,
dirigiendo la metamorfosis
con furia.
(Estos poemas pertenecen al libro Fuga a lo Real, Amargord Ediciones.
En breve 3ª edición)
Zhivka Baltadzhieva (1947) es una poeta bilingüe naacida en Sofia. En 1971 se licencia en filología búlgara y rusa por la Universidad de Sofia “Kliment Ohridski” y trabaja primero en la Radio Nacional y más tarde en la revista literaria Plamak. Vive permanentemente en Madrid, España desde el año 1990. Es Doctora en Filología Eslava y Lingüística Indoeuropea y durante casi dos décadas ha sido profesora en la Universidad Complutense. Actualmente dirige la Colección Ala Este, Amargord Ediciones. Su obra de los últimos 20 años está simultáneamente escrita en sus dos idiomas – el búlgaro materno y el español que la ha acogido.