Elena Buldum: entro en un nido de avispas clandestinas


El pinchazo de la aguja


Avanza el tiempo sin programarlo
y regresa misericordioso
en esta forma real (murmuración en la médula ósea)
la intensidad de la vida no tiene límites
en base a eso hago elecciones
elijo ser convulsiones no medidas en los zapatos de la juventud
me pongo los zapatos con circunstancias atenuantes
no tengo hogares, pero extraño mi corazón.
El ojo conquistador de la mediocridad no me conquista;
créeme, mis palabras son experiencias reales
hago un exceso de fe y entro en un nido de avispas clandestinas
la maldad me busca en un tiempo perdido
resisto el pinchazo del aguijón.




Sobre cuerpo de miel


¿De quién se rodea el pensamiento del justo?
Pues el justo se embellece con amor.
Es como un árbol imbuido.
La hija de la conciencia se consuela con la verdad.
¡Y de qué dulzura está hecha la fruta!
Dentro de lo que sientes hay un límite de paz mezclado con movimientos.
Rodando en el poder de la paciencia te haces hombre,
dibujas líneas en el borrador y escribes los aciertos en la página en blanco
Espolvorea todas esas pasiones que no tienen paz,
Incrementa tu alma con alegría …
Y recoge al hombre de la astuta,
No caves el hoyo de la muerte tan temprano,
respira para fortalecer los sentidos y fluye sobre el cuerpo.




Esculpo
más allá del borde del corazón


esculpo
tu cara
de la piedra de la pasión


hago un nido
en tu pecho de piedra.




El latido del Corazón


El único camino del amor
recorro sin retroceso;
todos los sentimientos que brotan del corazón
van fluyendo a través de la sangre
recojo gotas sobre la arena
y gasto la pasión …
lo voy a hacer solo con tu mano…
es de noche, es de día…
Solo amándose,
se puede acercar
el amor.
Aléjame de mi temor
que esa inquietud
la traigo
desde que nací.




No te acerques


al otro extremo
del mundo
que soy
Yo no voy
a ese ritmo de tiempo
en que vas tú
yo, sonido
tú, no te detengas
ni siquiera con una tira
de la tierra
Nos estamos distrayendo


¡Agárrame de la mano!
Haz lo que quieras con él.




Vuelos volados


En mi corazón, la última bengala se retuerce.
La ceniza del humo de un cigarrillo
apagado en un cenicero


La vida es como un árbol con flores.
¡Cuántos pájaros vagan en mí,
tantos vuelos volados!


Mi destino es mirar a la criatura
al borde del sueño
niño pequeño con cara de ángel
¡Detén el negro de fuego!
el reloj hace tictac en la una …
en la pared del despertador


tantos años han florecido vanidades.




Elena Buldum. Poeta, publicista, traductora. Es directora y fundadora de la Revista Literaria «Un paso por las palabras». Presidenta de la Asociación Cultural «Casa –Rumana» (CA-ROM) de Catalunya, España. Estudió Psicología en la Universidad de Educación y Ciencia de Bucarest, Rumania. Actualmente vive en Catalunya, España. Ha sido incluida en once antologías rumanas y ha coordinado cuatros antologías también rumanas. Ha sido traducida a la lengua catalana y al castellano. Entre los libros de su autoría, encontramos: Los pasos de mi alma (2015); Las leyes de la naturaleza humana (2015); Ha obtenido el primer lugar en en el Certamen de Poesía «La Estrella de Severino», 2015, y ganó el primer lugar en el IX Concurso Internacional de Poesía y Cuento de la Revista ”El Parnaso del nuevo mundo”, en Perú. Ha sido publicada en varias revistas literarias nacionales e internacionales.

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