Omar Villasana Cardoza: El gorila
Era el mes de mayo y el calor se volvía insoportable en la ciudad. Los jóvenes que se habían lanzado a las calles buscaban con afán dónde vaciar tanto calor contenido que ni los helados, las frutas ni las aguas frescas habían sido capaces de mitigar. Deambulando sin rumbo se encontraron con lo que les parecía la entrada a un zoológico ¿o quizás un circo ambulante? Su asombro no les permitía pasar de la primera jaula. En ella habitaba un gorila de grotesca apariencia. La bestia tenía la mirada perdida en el horizonte como en espera de que algún caos fuese desatado. Con parsimonia pero una gran tensión se movía de un lado al otro. – ¡Mira, si sólo le falta hablar para parecer humano! gritó uno de los muchachos esperando una reacción del primate. El Gorila se detuvo un momento para después continuar con sus pasos que no le llevaban a ninguna parte. – ¡Yo creo que lo que tiene es hambre! – ¡Para mí que tiene calor! – ¡Tal vez sed! Gritaron algunos al tiempo que le arrojaban sus helados, refrescos y frutas. El gorila paró en seco, devolvió una furiosa mirada que dejó mudos a todos y con temor. Contuvo su enojo con gran esfuerzo. Todavía no era el momento de acuerdo a las órdenes que le habían sido giradas. Atónitos, los jóvenes observaban como el Gorila se quitaba el casco, ponía a un lado el fusil mientras marcaba desde un teléfono público. – Hola mi amor, ¿cómo están los niños? Yo también los extraño, no sé cuánto tiempo más durará el acuartelamiento, les mando muchos besos….
Omar Villasana. Nacido en La Paz, Baja California Sur, México el 7 de enero de 1972. Ing. Biomédico de profesión, Escritor por vocación. Actualmente reside en Sunrise, FL. Escribe Poesía, Cuento y Ensayo. Sus grandes intereses son la Poesía Japonesa, el Náhuatl y las nuevas tecnologías digitales aplicadas a la Literatura. Forma parte del equipo editorial de la revista Nagari que se publica en Miami. Ha sido publicado en Roja Turbación México 2009. escribe en su blog personal arboldetuolvido.tumblr.com twitter @arboldetuolvido