Emilio Paz Panana: los peces que germinaban de tus dedos
EPILEPSIS
Hay un nido de palabras
que se guarda en mi interior.
Palabras llanas y esdrújulas,
apuntando siempre hacia el norte.
Su ecuador es el monumento al silencio,
príncipe de todas las penas.
¿Qué nos queda en la muerte
sino la última palabra de amor
que se enfrenta a todo olvido?
CARTA DE DESPEDIDA PARA UN PADRE DESCONOCIDO
Padre, gracias por existir, pero hoy me despido de tus ojos llenos de dolor de las montañas escondidas en tus hombros, de los peces que germinaban de tus dedos de la extensión del mar que principiaba en tus pies de tus oídos que eran la última esperanza de Marte.
Padre, me despido de ti, tú que estás al otro lado del mar.
Siente mi abrazo, cálido cándido sereno abrazo que se confunde con olas de mar pero que se vuelven fuerzas sobrenaturales de un Dios que aguarda por ti.
Porque cuando estés al otro lado no podré visitarte.
PINOCHO
Pinocho no era de madera,
era de sueños.
Su nombre estaba escrito
sobre arena,
sobre hierro fundido.
Paradójico.
Pinocho era un sueño
de un hombre
que estaba muriendo.
ORBITALES GALILEANOS
1. Deje de escribir. No lo van a leer. Posiblemente me equivoque. Pero el riesgo es innecesario. Salve árboles, evite su escritura.
2. Y cuando haya más árboles, habrá más oxígeno. Así los pulmones estarán mejor.
3. Pero evite el cigarro. No quita el estrés ni el frío. Solo ayuda con algunos nervios. Pero mismo efecto tiene el sexo.
4. Cuando quiera hablar de sexo, no lo haga en público. Eso es suyo. Por eso evite escribir. Generalmente, los hombres de letra no conocen de pudor.
5. Y si va a escribir, no se divorcie de la moral. Ya hay muchos hombres sin ser hombres y poetas que son otorongos.
6. Antes de dormir rece, coma algo ligero, lea un buen libro. Quizá muera de un paro cardíaco, pero morirá tranquilo consigo mismo.
7. Alimente a los gatos y perros. Ellos saben decir gracias con el silencio.
8. Aprenda a elegir sus gobernantes. Tantas marchas cuando uno mismo los elige. Pero así es la dinámica: es imposible marchar contra uno mismo.
9. Si tiene colegas doble moral en el trabajo, no se preocupe. Con doble moral también se adquiere la doble muerte: la corporal y la espiritual.
10. No siga este protocolo, porque si lo sigue morirá feliz. Y, posiblemente, usted necesite leer a manos de un poeta. No necesita sobrevivir.
ESTÁ BIEN ENAMORARSE A LOS CATORCE AÑOS
Está bien enamorarse a los catorce años y correr el riesgo de perder la virginidad. Sentir el culmen sexual en la genitalidad descubierta y entregarse a Eros sin pecado ni consciencia. Está bien enamorarse, masturbarse, entregarse, extasiarse y todo aquel verbo que conjugue con el sexo repetitivo que cae sobre la cama y sobre la humedad de la mano.
El alma no pesa, aunque parezca que carga, porque el alma pesa lo que pesa la pena.
Está bien enamorarse a los veinte años, sin dolor ni tristeza, con los pómulos caídos por los exámenes parciales,
por la compañía interesada de los amigos universitarios, experimentando el olvido y el cansancio después de la marginal exposición de nuestra intimidad tras salir del armario.
Está bien, el alma no pesa, solo pesan las palabras de nuestros padres.
Está bien enamorarse / desenamorarse cuando lleguemos a la edad de los cuarenta años y tengamos un frío cañón en la sien. Así dejar que corra el sentido y la palabra sobre un charco que se transforma en un espejo y una última lágrima que caiga para darle el toque de sabor a la laguna de la falsa memoria.
El peso del alma es lo que queda después de la muerte y de quebrarse el corazón por el amor aceptado / negado.
AETERNUS
El hombre es un ser temporal
como un río,
como un lago,
como la placenta,
como las estrellas,
como el vacío y la existencia.
Sujetos al tiempo, de la mano.
Pero el hombre se aferra a lo eterno,
a la posibilidad de detener el tiempo.
Juega a ser Dios,
pero sin ese aburrimiento de la quietud.
El hombre se mira frente a un espejo
y le reza a la imagen tensa
que descansa en la faz de la luna;
a ese conejo que vieran los antiguos
y que ahora verán sus nietos.
El hombre juega con la parábola y el engranaje
de un misterio que pueda ser resuelto.
El hombre se aferra a la eternidad
en el amor y en el verso,
como los artesanos de la belleza,
como los gurús de la sapiencia.
El hombre se aferra a la eternidad en un poema.
IN MEMORIAN
En memoria del padre callado de la madre callada del niño callado de la noche mutilada
de la pinta y de la niña de sus fantasmas de sus muertos de sus huesos pulverizados
que alimentan a los peces, De la mina, de la mita del trabajo de la desventura de ser como Dios.
En memoria de los artistas de las obras de los sueños de los libros quemados
de las cenizas esparcidas de los perros hambrientos de los gatos sin leche de la luna sin sol
porque la luna sin sol es una mejilla rota agrietada por el tiempo que va revelando al ser.
Como el idioma como el credo como la poesía que corta almas.
En memoria del silencio que sigue hablando por los muertos que llegan
y ocupan sus lugares en la interminable lista de la memoria de un Dios que no arde.
EL MAUSOLEO DE LOS RITOS OLVIDADOS
En algún país, un cuerpo transmuta en pasaporte y, libremente, desea navegar por aquel mar que tiene por nombre ETERNIDAD.
Donde los países no tienen muros, donde las madres no entierran a sus hijos.
¡Ay Dios!, Dios babilónico, hebreo, cristiano y capitalista, ¿cuál es tu sermón para esta gente abarrotada a los pies de una montaña de siete colores, pero sin combinación perfecta?
El abrazar al hermano se ha vuelto un rito olvidado, el saludo, el levantamiento de los velos, las abuelas de la plaza,
las marchas en aquella plaza china o el desentierro de los cuerpos después de un terremoto, todos se han vuelto pasado imperfecto.
Adverbios, sustantivos y verbos; solo quedan artículos colgando de la ventana y de los ofertorios ostentosos de la capilla ardiente de los elefantes.
Posiblemente una pañoleta verde esté a media asta, quizá una bandera multicolor tenga alguna mancha de sangre, quizá sea la Iglesia la que arda; pero igual seguirá aflorando la injusticia en algún puesto del Senado.
“Dígame hermanito, ¿cuánto cuesta por liberar?”
“¿Qué ha hecho?”
“Ha violado a una niña”
“¿Cuántos años tenía la pequeña?”
“Unos once años”
“Bueno, dígame, claro que podemos hacer algo, ¿a cuánto quieres reducir la pena?”
Y la niña quedó con la mancha del cuerpo y del alma, desprotegida por la inmoralidad de los jueces, fiscales y congresistas, deseando que su cuerpo sea un pasaporte y no tener que pasar el dolor de un invierno que desalienta hasta al más férreo de los dioses olímpicos.
¿Dónde enterraremos a los muertos, si todos somos algo de olvido? Los cementerios están llenos de memorias blancas, difuminándose con el paso lento del tiempo, provocando un segundo velorio, pero donde no habrá familia para dar el pésame.
Una canción inédita de Rammstein y el mausoleo cierra sus puertas. Los ritos olvidados de la humanidad son como las palabras que no regresan, como las plantas que caen de los árboles y no tienen oportunidad de despedirse de los pájaros que cantan.
Las mariposas del estómago mueren, los perros pasan frío, los gatos deambulan por los tejados, los muertos quedan en el olvido.
¡Ay Dios! Dios persa, islámico, inédito y asesinado por los comunistas, ¿dónde estará tu tumba para cuando toque la hora donde los muertos reclamarán su lugar en la historia?
Esperanza, esperanza de escritor, porque la palabra trae luz en donde aflora la noche, ¿imaginas a la poesía en manos de un dictador?
Quizá sea un arma del Gran Hermano, pero la poesía se libera de toda ideología, credo y raza, humaniza, desempolva el mausoleo y le da una última oportunidad a las manos que no tuvieron soga para aferrarse durante la tormenta de los 1000 años.
¡Ay Dios! Quizá eres poeta y nadie te entienda, quizá el mausoleo sea un poemario y sus muertos sean versos, quizá los ritos olvidados sean libros inéditos o se transformen en clásicos griegos.
Nada importa / Ahora todo importa / Nada importa / Silencio Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Esperanza Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Desesperanza Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Justicia Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Injusticia Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Amor Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Desamor Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Paz Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Odio Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Ustedes Silencio, silencio, silencio, silencio, … / Nosotros
Todos escapando de la muerte en algún verso que huele a azufre y que se transforma en colibrí que posa sobre la luna.
Moneda de plata que recibe Caronte y nos deja ad portas de los Campos Elíseos.
El mausoleo de los ritos olvidos, el último bastión del hombre para resistir contra el olvido.
B.O.M.B
En mi mano hay una Molotov. La preparé en casa con ayuda de mi mamá. Es la primera marcha a la que asisto. Estoy en el frente. Soy el chico más avezado. Pienso que mis papás estarían orgullosos. Pienso que seré un héroe. Pero recibo tantos golpes
que regreso al día en que nací. Supongo que así habrá dolido. Y pienso en mi mamá. Ella me ayudó a elaborar esta Molotov. Pienso en sus ganas de verme regresar, pero no creo que regrese hoy. Porque de alguna forma, alguno que es igual que yo, va a enviarme a un cuarto oscuro. Ya sea a la carceleta o al ataúd de segunda mano. Ambos son iguales: la libertad es un arreglo de porcelana.
ABSOLUCIÓN
“Hoy te perdono»
dijo Dios
tras cinco rondas de whisky.
Pero yo estaba de espaldas
y no lo escuché.
Seguí bebiendo
en aquel bar
donde él
era el dueño.
PÁJARO AZUL
Un pájaro azul muere
Y no hay árbol
Que funcione de cementerio.
Emilio Paz Panana (San Martín de Porres, Lima, 1990). Egresado de la carrera de educación, especialidad de Filosofía y Religión, por la Universidad Católica Sedes Sapientiae. Autor de “Septiembre en el silencio” (Club de Lectura Poética, 2016), “Laberinto de versos” (La Tortuga Ecuestre N° 384, 2018) y “La balada de los desterrados” (Ángeles del Papel Editores, 2019), así como también de la Antología Virtual “Discursos Estéticos” (Liberoamérica, 2019). Poemas y cuentos suyos aparecen en diversas antologías y publicaciones en medios impresos y electrónicos de Perú, México, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Chile, Argentina, Estados Unidos, India, Bangladesh, Brasil, Venezuela, Rumania, Italia y España, siendo traducidos al inglés, portugués, rumano, bengalí, italiano y tamil. Obtuvo el IX Premio Internacional de Cuento y Poesía “El Parnaso del Nuevo Mundo” 2019 en la categoría de cuento, así como el Mes de las Letras 2017 por su poema “¿Qué es la poesía?” otorgado por la Fundación Marco Antonio Corcuera. Ha participado de diversos recitales poéticos y congresos internacionales de filosofía, además de haber dictado el taller de lectura poética en clave de filosofía titulado “La vena de la inspiración” en la UNMSM. Ha publicado ensayos académicos en torno a la relación entre estética, educación y poesía. Actualmente dirige el blog “El Edén de la poesía” (https://edenpoetico.wordpress.com) y ayuda a coorganizar los recitales benéficos Las voces del colibrí y la revista Kametsa.