Jalal El Hakmaoui: yo corro hacia el poema
¿POR QUÉ EL POETA LLEVA A SU MUJER A UN MCDONALDS?
Cruzas tus piernas
Mientras que hay olas que se arrodillan a tus pies
Como un rebaño de camellos furiosos
Comes por primera vez en tu vida
Una hamburguesa americana
Mientras tanto acaricias el cuello carnoso de tu esposa
Discutiendo sobre la lavadora “Nifari”
La camisa agujerada de ‘Othmane’
Y la mosca rubia americana que acabas,
Sin darte cuenta, de tragar
Pero tu esposa te dice que tu automóvil es igual de feo que un perro sarnoso
Que deberías cambiarlo por un burro respetable
Si no quieres que ella te cambie a ti y a tus teorías críticas
Por cualquier mueble que sirva para decorar el dormitorio
Tu esposa se muere de risa y llora con todas sus fuerzas
Abriendo a la lengua del viento las plumas de sus muslos
Tú quisieras apretarla entre tus dientes
Y romperla como una nuez podrida
O encerrarla en una caja de cerillos vacía posada sobre la mesa
Eres entonces un hombre de principios convencido
De haberte casado después de una “lovestory”
Con una cerda que tiene facciones de “Manfalouti” y patas de “Nazic”
Y que a causa de todo eso
Tú te suicidas cotidianamente tragando 100 poemas clásicos
No te interesan los cerdos
Pero los cerdos tampoco tienen
Tiempo para perder tratando de interesarte
(Y es esto lo que importa)
Así, desde que pones los labios sobre los de la ballena sentada en frente de ti
Te das cuenta que la Tierra se hunde en un vaso medio lleno de agua congelada
Y que eres un poeta lleno de dicha
La joven niña flaca
Con la cabeza tan pequeña como una pelota de tenis
Está leyendo “Femme Actuelle” viendo (con ingenuidad)
A las parejas dentro de un McDonalds
Que escupen felicidad enseñando (fingiendo la paternidad) sus manos
Detrás de sus pequeños hijos rubios que lloran diciendo:
Papá… papá… mira… ese hombre está meando nuestro automóvil
McDonalds se ríe burlonamente mientras se rasca el culo
Y el poema, el poema es un filete de pescado que usa mallas gigantes
Para atrapar la mayor cantidad posible de osos
No me fiaré de la esposa de un poeta que tiene razgos de Manfalouti
Ni de la joven muchacha flaca que leía “Femme Actuelle” y miraba
(de vez en cuando) su reloj, dejando de lado su vaso todavía lleno de Coca-Cola.
(Traducción del francés de Pablo Robles Gastélum)
DILUVIO
El alba
Marcho en la tierra de los muertos.
Mis manos solitarias ahogan el silbido de los trenes lejanos.
Niños corren hacia mí
Yo corro hacia el poema.
En la habitación de los muertos
Leo El barco ebrio:
En mi cuerpo brilla en mil fuegos el oro de los
Cazadores en trance.
¿Me he extraviado en el poema?
En mi poema oigo
La risa de los muertos y el aullido de los orfelinos.
Mi desierto rojo pone en el mundo al poeta ciego.
El poeta ciego sueña sobre el lecho de la eternidad.
¿Y yo ?
¿Y yo ?
Muerto
Ahueco el mármol del poema podrido
Hasta que la maldad del mundo cubra
La boca ensangrentada de los chacales.
Mi poema ignora las limusinas de los ministros
La sal de los textos de vanguardia.
Sí
Es mi poema
El que me acompaña al alba en la tierra de los Muertos-Vivos.
Es en mi poema
donde se entrematan los poetas vivos
y los ladrones muertos.
Sí
Mi desierto rojo pone en el mundo al poeta ciego
El poeta VE el fulgor de la eternidad en el ojo del águila jaguar
¿Y yo?
Ebrio me tiendo en la garganta del poema y espero el DILUVIO.
LA NARIZ DE AL PACINO
He venido a esta tierra oscura
Con la nariz de Al Pacino
(el verdadero Al Pacino mira hacia arriba)
para ver danzar a estos niños sobre los ritmos de los jinetes del Apocalipsis
& desgarran sus vestidos para hacer salir
recién nacidos fuertes y rudos
& golpean con su manga sobre el vientre del mensaje oriental
ellos toman por asalto los carteles de las salas de cine…
los desgarran en trocitos
& cuelgan en su lugar la foto de un hombre que se llama el suplicio de la tumba
(dando un corte de mangas a Bush Jr)
He venido a esta tierra oscura
Con la nariz de Al Pacino
Para conducir como un piloto de fórmula 1
El coche de Nicole Kidman
Para aplastar a los enanos que suplican el grano negro
Para mirar la televisión de los pobres
Para sacrificar un cordero virtual
En honor del hombre nuevo
(el Hombre nuevo mira hacia abajo)
EL HÁMSTER DE LA VIDA
He dejado la starlette sobre la pantalla de otra tierra
He filmado la primera secuencia de la barbarie del sol
He plegado los ojos bajo la luz de la fraternidad
(tengo los trazos japoneses de Takeshi)
He puteado al cine@ me he puesto a berrear
Frente al águila el águila que vuela
Por encima de los cadáveres de las muñecas yacientes simplemente en el estómago del desierto
He avanzado delante de la cámara de los esclavos
Me he parado con la boca abierta
Mirando fijo a Jalal el Hakmaoui
(¿yo mismo?)
criatura inmediata en oro preislámico
criatura con un tercer ojo en el cual se oye
el berreo de los bebés que se escalpan con cuchillos afilados de la civilización
& se los arroja en la entre-ingle de una gran nación que nos llega de oriente.
(después de un cuarto de siglo de gramática de los huesos
Sibawayh es incapaz de educar un mono sano)
El hámster de la vida & de la muerte mira la T. V. del Apocalipsis
& y ríe hasta que él cae en las manzanas
cuando yo recubro mis ojos
he encontrado la mejor nación del mundo
en trance de mostrar un lagarto de ojos rotos, sordomudo
escoltado
de dos en dos
por millares de soldados fieles a jefe ciego
He puesto en guardia al hámster de la vida contra aquella que fuma marlboro light.
Él ríe de nuevo
He dejado la primera dama del cine bajo otro sol
He filmado la última secuencia de la barbarie de la tierra
Mis ojos se plegaban bajo la luz de la fraternidad
(Traducción del francés al castellano de José Luis Reina Palazón)
La oficina
Los ángeles me siguen en scooter. Se deslizan entre los coches. Gritan mi nombre. Aumento el volumen de mi IPhone. Perfect Day estalla en mi cabeza. Una carrera infernal sin fin. Pretendo no ver nada, no oír nada, no decir nada. Llego al edificio. Big Apple Electronics, 4º piso. Aseguro mi moto a un árbol. Subo los escalones de cuatro en cuatro. Abro la puerta metálica. Me encuentro cara a cara con mi jefe M y con mis ángeles vestidos en Prada. Me doy cuenta de que están perfumados con Just Different de Hugo Boss. Los ángeles leen mis pensamientos: ¿por qué un latino? Fragancia underground. El perfume de los ángeles tambaleantes. Se despierta el deseo gracias a las notas de menta glacial y madera de cachemira en una esencia palpitante. A las mujeres les encanta por su frescura y su carácter. Hugo Boss, agua de tocador, 100 ml, 52 euros. M sale y cierra la puerta. Estoy en mi oficina. Mi vecina de oficina me dice: «Hola, llegas tarde. Te va a matar un día.» Butch Cassidy y Sundance Kid juntos contra mi patrón M. ¡Bang! ¡Bang! La pelirroja se ríe. Ella hace vibrar sus grandes senos sin mover los hombros. ¡Mis respetos! Un movimiento de la mano. Mis ángeles le dan masaje en el cuello y en el cuero cabelludo. Ella está encantada. Clasifico mis archivos del día. Bostezo. Paso documentos confidenciales por la trituradora de papel. Bostezo. Ordeno mis licitaciones. Enciendo el ordenador. Navego en internet. Luego, escucho la B.O. de El Padrino. Me siento lleno de confianza. Miro a mis colegas desde arriba. Los ángeles flotan ante la Pelirroja que me gusta. Es mediodía. Me detengo.
La Pelirroja
La Pelirroja tiene 22 años. Ella tiene la piel color rosa caramelo. Ella es generosa en carnes y no para de tararear doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo. La Pelirroja sobreexcita a los ángeles. Ellos no dejan de girar a su alrededor. Si no me pongo estricto con ellos, pueden hacer que ella se desmaye para darle respiración de boca a boca. Los ángeles no son decentes cuando se trata de mi pasante. Se pondrán de rodillas a su lado, en concreto, cerca de su rostro. Le pondrán la mano en su frente. Taparán su nariz pellizcándola entre el dedo pulgar y el índice para evitar cualquier fuga de aire a través de su magnífica nariz. Los ángeles abrirán ligeramente su boca sosteniendo su barbilla en alto. Colocarán su boca abierta alrededor de la boca de ella presionando con fuerza para evitar fugas. Respirarán gradualmente hasta que sus enormes senos comiencen a salirse de su blusa negra. Entonces, recuperarán rápidamente la respiración viendo sus grandes senos color rosa caramelo henchirse. En este punto, los ángeles desaparecerán regresando a la parte baja del edificio por temor a desencadenar mi negra cólera. La Pelirroja colecciona las muñecas Monster High. Se pone toda roja cuando le hago un señalamiento sobre este hobby. Por otra parte, cuando se trata de trabajar, ella es genial. Ella lee mi mente tal y como yo leo la suya. A veces sospecho de sus orígenes. Por lo general solo come mejillones fritos y no bebe salvo Corsendonk. La Pelirroja solo lee y relee a Gilles Deleuze. En su casa hay un montón de fotos y carteles de Gilles. La Pelirroja tiene celos de Claire Parnet. Ella mira el Abécédaire de Gilles Deleuze fijándose solo en el filósofo. Ella no tiene que estar allí, dice ella. A mí, la filosofía y las historias de mujeres fuertes, modelos o maniquíes me importan poco. Para la Pelirroja es lo contrario. Siempre viste como punk. Ella nunca saluda al conserje. El conserje, Mo, es chino. Él dice todo el tiempo Sié Sié. Esta lengua reducida a dos sílabas termina por exasperar a la Pelirroja. La Pelirroja escucha de corrido, en la oficina no es posible, un concierto de Lou Reed en el Royal Albert Hall (2000). Ella escucha Ecstasy, Turn to Me, Romeo Had Juliette, Vicious, Perfect Day… y duerme como un ángel.
Bedaine
Bajo los escalones de cuatro en cuatro. La Pelirroja me sigue. Ella está vestida de negro y calza Rangers. Piercing recto del lado derecho de la nariz y un pin de seguridad en la oreja izquierda. Yo la ignoro todo el tiempo, pero ella sabe que me gusta. Nuestro punto en común: el odio de M a la vida, a la muerte. Hoy vamos a comer en Bedaine. La Pelirroja es generosa en carnes y ama con locura el cine de Bruno Dumont. A veces eso me molesta, a veces no. A veces estoy francamente celoso de esta realidad objetiva, pero disimulo bien mi juego. ¿Qué tiene que no tenga yo ese Bruno Dumont? ¡Eh, dígame, usted que me sigue a todas partes! ¿No sabe? ¡Ah, bien! A ella también le gustan los objetivistas americanos. Mierda. ¿Pero quiénes son esos idiotas? Sí, lo sé, usted no sabe. Subo a mi motocicleta y detrás de mí se entroniza la Pelirroja. El escape arranca y truena. Cinco minutos, diez, veinte, treinta. Estamos frente a Bedaine. Son las doce y media. Ellos ya están allí. ¿Ha reservado? No, señora. Tome esta mesa en el medio. ¿Está bien? Sí, está bien. Nos sentamos. Observamos el gráfico a un costado del calefactor. Miro a la Pelirroja. La Pelirroja me mira. Pedimos la sopa del día y agua simple. Los ángeles están comiendo ya una lubina acompañada con verduras y beben vino tinto. Los ángeles comen en silencio. Nosotros, comemos mientras nos observamos. Se come. Se observa. Nos observamos y nos comemos. Lou Reed se come a Johnny Rotten. God Save the Queen se come a Walk on the Wild Side o viceversa. Pagamos y salimos. Los ángeles, especialmente el más viejo, quien se parece un poco a Fassbinder, se encuentran todavía ocupados con la tarta de manzana y el café. La Pelirroja y yo vamos ya en camino del negocio. Los grandes senos de la Pelirroja mantienen caliente mi espalda. Mi espalda sueña con los grandes senos de la Pelirroja. Ella, ella tararea: doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo…
(Traducción del francés al castellano de Gustavo Osorio)
Jalal El Hakmaoui (Casablanca, 1965) ha publicado en árabe los libros de poemas Certificado de celibato (1997), Berlín (2004), Ir un poco al cine (2007), Lo que no ha dicho a Al Pacino (2013), y Perfect day (2017) en francés. Es fundador y director de la revista de poesía internacional Electrón Libre : www.electronlibre.ma, que ha hecho un esfuerzo por presentar poetas de todo el mundo al público marroquí, en francés, español, inglés y árabe, labor que combina con el reportaje cultural, la critica del cine para periódicos y revistas. Es director del Festival de Poesía Mediterránea de Rabat, organizado por la Unión de Escritores de Marruecos (2002-2006), de proyectos literarios internacionales en Marruecos , y es traductor al árabe de Lorand Gaspar, William Cliff, Françoise Lalande, Nancy Huston y Patrick Chamoiseau, entre otros. Vive y trabaja en Rabat.