Pablo Secchi: qué rara es la poesía, qué rara
La casa que habito es demasiado frágil
vieran cómo se recuesta en la Santa Rita para no ceder
el agua ablanda sus paredes
y el mordisco de la tristeza le perfora las chapas
en este incendio de agua
hasta los recuerdos se derrumban
si tuviera el don de elegir cómo entregar mi vida
sería así
aplastada de lluvia.
***
Tenía un Palán palán en la vereda de la casa
lo cuidaba como si fuera un naranjo
un fresno
un jacarandá
los vecinos los arrancaban
porque sus raíces levantan tejas
quiebran cornisas
y revientan fachadas
ella lo regaba como una ausencia
que no da sombra ni fruto
qué rara que es la poesía
qué rara.
***
Debería esconder una manga en el as
y algunas sobras de sabios en mi barba
desarrollar bien malas ideas
o al menos tener una buena idea mal desarrollada
aprender latín
y el nombre de algunas flores que no existen
buscar en un trebolar el verbo de cuatro letras
que me permita arrojar de un manotazo al papel
un barco navegando
o podría alguien decirme que la poesía
es un camino con puentes en los charcos
por andamios que trepeun albañil no besa una golondrina
a lo sumo desde sus ojos de piedra
mira achicarse la espalda de algún sueño
pero entonces cómo se ignora una erupción de mar cómo se hace para no escribircuando llueve.
***
(Carta a la poeta)
Sus poemas me parecen caminos
a los que entro desesperadamente verde
como al espejo se mete un ciego
no veo sus palabras
porque de puro bruto las piso
le pido perdón por esto)
pero la belleza como el amor
sólo se anuncian cantando
y créame:
debo perderme para encontrar cosas perdidas
a los costados
adelante
arriba
adentro
ahora
en este momento
voy pasando
por donde algo me dice que el verdadero poema
debe ser capaz de robarte el olvido
y clavárselo en el pecho.
***
Cuando empecé a trabajar de albañil
hice familia con algunos pájaros
y vi en el primer ladrillo una rodaja de pan
todo me sorprendía entonces
multiplicar lombrices
conocer la ternura del cemento
para quitar la intemperie de los amigos
y aprender a elegir dónde van algunas sombras
desde allá
se ha gastado un poco la luz
pero todavía conservo el instinto del tejedor de cunas
y ese niño debajo de la corteza
que se sigue emocionando si florecen
las cabezas de los cortafierros
a fuerza de darle mazazos.
***
¿Ves esta garza que nos pasa por dentro,
hay mejor resumen de luz
viento y río?
aprendamos a desintegrarnos
que la eternidad solo existe en nuestra fuga
seamos también esas cosas que no saben quedarse
levantemos estatuas de espuma con los ojos
y que revienten nuestras paredes
los dibujos de las niñas que no han nacido
pero merezcamos esas ruinas
arrebatemos esta anteúltima noche para nosotros
descolgándola del aire como una dulce uva
bien haríamos en besarnos los huesos
antes que la muerte.
Pablo Agustín Secchi, nacido el 6 de mayo de 1978 en San Pedro, provincia de Buenos Aires, Argentina. Es albañil, no terminó la escuela, y aunque escribe desde niño, no pertenece al mundo literario; pero a partir de unas publicaciones en Facebook de hace unos años, que tuvieron una repercusión inesperada, le han publicado en revistas de Argentina, México, Chile, y España, entre otras; ha sido incluido en Blogs de reconocidas poetas, y ha leído en diferentes programas radiales, entre ellos, de Lalo Mir, y Reinaldo Sietecase.