Daniel Aguirre Oteiza: como si aún quedase bosque
de otra soledad del corredor de fondo
aún viene escuchando un servidor de su compás de espera
como auscultando contratiempos de la complicidad diaria
entre jauría y visión de conjunto donde amenaza el aviso
de accidente o despiste en cada vía pública de compañía
tan repetida como inacabada hasta acuciar cualquier lectura
menos voraz ayer que hoy de otro metrónomo para la voz
de tu amo tan pronto
como llama
que te llama todavía
la poesía según D. H. Lawrence
de tus incorregibles “primeros
poemas” parte
lo que dura una vida
menos dará la libertad del verso
libre “enunciación directa
del instantáneo
hombre completo” hoy
por hoy cuando tampoco mañana te podrá
bastar para escucharte secundario
de esa fecundidad del oído
que infiel con todo vuelve
vuelve al instante
a dejarte instalado entre elementos
y enseres pero ya
firmada con tu tráfico
primerizo de cierta indiferencia
y tanto colofón por cundir
•
como quien oye
prever un canje automático
de cualquier tabla de la ley por otra
señal para el lugar ameno
al menos
esta minúscula inmortalidad entre mortales
nos distrae
con sus conatos de desbocamiento
iniciático para épicos correctores
también contentos de corroborar un cauce
de oficio a la deriva y hasta la próxima
orden aquí
suscribiríamos bastantes no despedirnos más
que a ratos previsibles
•
hágase pues el tema
socorrido de tu supervivencia
venza la peripecia en su umbral
de ahí derive cada lance
hasta alcanzar al último
de todos tus protagonistas
con sus siluetas perezca
hasta el intruso en otro desenlace
y entonces vaya y entréguese
al único galope
del aprendiz de epílogos
pero di antes di qué cuál cuánta
acción serías
capaz de rehacer al tiempo
que te nos tachas nuevamente
de libre
capaz de rehacer al tiempo
que te nos tachas nuevamente
de libre
de la inclusión de las subordinadas
I haven’t come to mean
I mean I mean
Gertrude Stein
anda aparta ve
dejando sitio
incluso a una mala
novela cómo no va a volver
un despistado a querer
hablar
y hablar
como en la vida misma todo es
acción
en busca de otro actor
si nos oyera cualquiera
diría pero
la gente aquí no habla
precisamente así
tampoco si llegases tú
a doblar estas cuatro
esquinas dejarían
de caer
más árboles a oídos sordos
ni callarían tus desconocidos
como si aún quedase bosque
•
si tanta habladuría de habitáculo es
una continuación de nuestra música
de cada día
por otros medios
menos pautados por qué no
vamos a reincidir
en oír entre líneas
algún rumor muy tuyo
de escaso fondo
que repartir
o de esa misma retirada
sin más consenso que un pulso incipiente
de reaparecido
también de tanto amago
de igualar por la frase
hecha apremiaría alguna distorsión
de adiós
muy al oído
•
así a quién
no le saldría ir
dejando sitio hasta desdecirse
del gran relato
de esa acción común
que en paralelo continúa
diseccionando algún querer
decir de otro
soldado menos
conocido
(Estos poemas fueron seleccionados de SI EN AJENA DERIVA, publicado por AY DEL SEIS, 2018)
Daniel Aguirre Oteiza nació en Navarra y reside en Massachusetts, donde es profesor de literatura en la Universidad de Harvard. Es autor de los ensayos El salto a lo desconocido: yo lírico y negatividad dialéctica en la poesía de la modernidad (2013), El canto de la desaparición: memoria, historia y testimonio en la poesía de Antonio Gamoneda (2015) y This Ghostly Poetry: Reading Spanish Republican Exiles Between Literary History and Poetic Memory (de próxima aparición). Entre sus traducciones figuran obras de A. R. Ammons, John Ashbery, Samuel Beckett, Wallace Stevens y W. B. Yeats. Ha publicado los libros de poemas Del fondo de la piel (2004), Sombra de emboscado (2012), Así extravíe el callejero (2012) y O, la ballena (2016). Su último libro es Si en ajena deriva, Ay del seis, 2018.