Lissette Gelats: con aroma de duendes y dulzura de cañaveral en flor
Un mañana
Sentir unilateral.
Desconsuelo hambriento
ofrenda su almohada:
horizonte del milagro
de un columpio para dos.
Angustia de extrañar.
Ojos a punto de llover
dibujando una sombrilla en otra mirada.
Rasga el pecho de la noche
para encontrar su día,
sabe necesitaría hipertimesia para vencer a Dédalo.
¿Por qué turba el eco de las campanas?
Lágrimas de azogue pespunteando la tierra,
supura la roca prohibiciones
mutila el coraje.
Inasible rocío en el sendero de la sombra.
El arrecife convoca.
Oficio de hiedra
ceñido a los vuelos del delirio,
rapto del sosiego.
Suspiro delinea los labios.
Invierno vive en los ojos
la Primavera, en lo que miran.
La vida sueña a ti.
El aire asfixia.
Trenzas de desespero
Sacrificio de recuerdos.
Laguna de esperanzas perfilando un mañana.
(Este poema pertenece al libro Minucias (título provisional) que está en proceso de edición.)
Enloquecer en prusia
Llegas desterrando el yugo de la melancolía
con la elocuencia del idioma perfecto
amo tus abrazos en el día de la noche serena
en todos los días que galopan por mis venas
dejando estelas de susurros
en el néctar de mi juicio.
Despiertas mis quimeras
que duermen en la esclavitud de la tercera dimensión
engalanando tus miradas de caprichos
que viven en cada uno de mis poros.
La felicidad es una filigrana tejida a dos // almas
con aroma de duendes
y dulzura de cañaveral en flor,
homologando besos en espirales
que nos hacen enloquecer en prusia.
Soy ritmo en el pentagrama de tus deseos,
muero por cada una de las caricias
que fabrica el surco gentil de tu pecho
para renacer nutrida con la magia del presente
que me hace crecer a golpe de lirio y sándalo
en el ángulo de la armonía,
cuando el viento ataviado de sedas
enreda mis cabellos
en el alféizar de tus sueños.
Las emociones que me habitan
Me habitan tantas emociones,
me recorren abriendo nuevos causes
a golpes de latidos, conexiones, desgarros,
se desbordan, mezclan y siembran
nuevos sentimientos, pasiones
que arrollan a su paso intensiones
quemando hasta la médula.
Soy lava que recorre altos picos
en contra de la gravedad,
se arremolina, asciende // tornado,
estalla,
y cae en cámara lenta, fragmentada,
árbol fronda de alegrías
rojo, naranja, dorado // melancolía
que estigmatiza mi ser //
parábolas de fuego al caer,
simientes de luz
en verdes prados del presente // ausente
de tristezas el mañana se vislumbra
zureando las palomas
en mi ventana sin miedos al olvido // deslumbra.
Asco a las tentaciones viles
envidias, venganzas, celos
lejos de mi las quiero
a muchas millas, a miles.
Mi ira se quiebra en zafiros
con tu explicación, tu ruego,
sufre el alumno // diestro
el maestro de la vida,
hiere // llaga que duele
pero sana con tu beso,
esperanza tus palabras
talismán del amor
poder que me recorre y energiza
las emociones que me habitan.
La eternidad de un segundo
Mi beso es un zunzún
que no resiste cautiverio
muere si enjaulado, como la libertad.
Necesita la desmesura de los montes
la enajenante rebeldía de los océanos
la auténtica vastedad de los llanos
el equilibrio de la palabra
para que su instinto baile
en la ecuación de tu mirada.
Cada mañana, tímido se asoma
a la conquista de tu corazón
cuando tus pupilas invocan constelaciones
y tus caricias saben a moras
bajo los olivos de Jerusalén.
Mi beso se mezcla con bellotas, miel y sal
para ofrecerte el misterio de un natsukashii,
ese instante de nostalgia feliz
que de repente regala la memoria
y te lleva a un recuerdo lleno de dulzura:
abrazar el resultado de nuestro amor por vez primera.
Tu beso nace con el rocío
para florecer en mi pecho
en la complicidad mágica de las luces del norte,
anida en mis ojos
desposa mis labios,
me viste de energía
cuando me desviste de angustia
en la eternidad de un segundo.
Mi beso es un capullo
que duerme en una cuna de cuarzo y malaquita,
asoma un iris por una ranura del silencio
y goloso queda abducido por el jarabe de tu boca,
surca mis primaveras sembrando adagios
que germinan en vibraciones de felicidad.
Tu díscolo beso delinea mis ojos
sabe es el orfebre de mis sueños,
le pide a la luna escoja menguante
con un collar de verbena y oro
para que mi beso abrace tu pecho
y brote con azúcar morena,
activador de sugerencias múltiples
en el divino arte de Afrodita.
Giraluna
Como un mazo de pinceles
En cierto plano inclinado,
Mis eternas emociones
Se deslizan hacia ti.
Brillosos cantos rodados
Esculpidos en te quieros,
Locos besos caprichosos
En escala sol, la, si.
Dime que realmente amas
Para así dormir tranquila,
Susurros bajitos, suaves
Escucharlos quiero aquí.
Y que se perciban alto
Los latidos en el techo,
Para que crujan las sábanas
Del fuego junto a ti.
Cada vez que me sonríes
Surge una forma de amarte,
La emoción que te regalo
Es amor y también arte.
Al amparo de tus ojos
Se ha gestado la fortuna,
Tantos los giros al sol
Y aún soy tu giraluna.
Es que soy como un zorzal
Dibujando tu sonrisa,
Para no morir de angustia
Por extrañar tu caricia.
Me desbordo como mirlo
Queriendo darte dulzura,
Esquivando la inquietud
En tu abrazo, mi locura.
Tierno amor, eres mi sueño
Vestido de amaneceres,
Creador, dulce, atrevido
Con muchos matices, eres.
Fénix
Tibieza, nostalgia justa.
¿Dulce la lluvia en tus ojos?
Piel donde habitan antojos
y la sorpresa se asusta.
Vuelan rima y poesía
cuando la ilusión sonríe.
¿Es mi universo el que vive
en el jardín de tu hombría?
Ojo miel de mis lunares
hierro de mis venas eres
del amor preciso me hieres
general de mis lugares.
La noche estrena marfiles
en tu beso enamorado
es que viene fermentado
de cientos de años, de miles.
En tu fecunda mirada
crecen mis sueños prohibidos
y en el invierno es la llama
que no se entrega al olvido.
No considero profano
con el deseo este amor
el deseo sí es sagrado
si se aman, no hay deshonor.
Tintinea la alegría
danza sutil de miradas
mi valle, florecen las hadas
como hada, tu noche y día.
Plenilunio estacionado
en la rebelión del sueño
tus pisadas a mi lado
anunciando eres mi dueño.
Mi amor es la rara pieza
Que sobre el tiempo se ajusta
Fénix, pequeña tibieza
Beso de nostalgia justa.
¿Qué es magia?
Los puentes que construyes para unirnos.
El arabesco de pájaros en vuelo.
Tu mente infinita vistiéndome de poemas.
El grito de un niño al nacer.
Enfrentar el mundo al amparo de tu palabra.
Gotas de rocío dibujando el cristal.
El vuelo majestuoso del cóndor.
Tu barca que navega ajenos mares
pero ancla en mi puerto // tu puerto.
Un buenos días a la noche, soy hija del sol.
El abrazo helado de la brisa que calientas con tu beso.
Tus miradas hablándome en el silencio.
El fractal del girasol al gestarse.
La danza de la aurora boreal sobre nuestro lecho.
Tus huellas al lado de las mías. ¡Eso es magia!
El ave que esquiva la flecha.
Las calles rectas de nuestra aldea
agazapada entre montañas.
La esperanza bordada en los ojos de una madre.
Cuando brindas un té y abres tu pecho
para enviar colibríes que liben mis lágrimas.
Lucero del alba que iluminas las sombras
que compartas tu existir
y yo, tierra negra, fértil
te regale una replicante.*
* Blade runner, ícono del cine. La actriz Sean Young da vida a la replicante Rachel; de ella, escogimos el nombre de nuestra hija.
(Poemas seleccionados por la autora del poemario El abrigo del alba (2022), Editorial Primigenios, Miami)
Lissette Gelats. Guantánamo, Cuba (1957). Ingeniera, pintora y poeta. Desde joven participó en talleres literarios, su cuentos A través de unos ojos, obtuvo mención en el Encuentro-Debate de Talleres Literarios (1985) y está publicado en la revista Señales. Ha colaborado en la revista electrónica la Peregrina Magazine de Miami. En el 2016 realizó su primera exposición de pintura y tintas. Pública su poemario El abrigo del alba (2022), en Estados Unidos con la Editorial Primigenios de Miami. Un segundo libro de poemas y cuentos está en proceso de edición.