Juan Cameron: es mi ternura agreste solapada





BALADA DEL PARCELERO Y SU DESTINO



Misteriosos escribas rayaban de Huidobro
las páginas de Ciudadano del Olvido
y no eran anotaciones al margen, a pie de página
sino más bien recados
de un Don Juan campesino a cierta dama
sin suficiente augurio
Temporero tal vez en cosas del amor
o mediero callado que en su medianía
sembraba entre las piernas de la amada
oculto al señorío
Quiero verte escribía en las primeras páginas
a lo que ella respondía con su letra menuda
hojas más adelante
en el árido arado de la ortografía
¿Habrían ya leído el libro del poeta
que por extraño olvido llegó hasta las parcelas
desde alguna ciudad?
¿Y quién atravesaba su asfalto con premura
sin saber de sus letras ni del significado
de ese lenguaje mínimo de una mínima tribu
con sus claves precisas? Te envío alguien decía
el encargo que hablamos
y aún más adelante después de muchas notas
de ambos correctores del idioma
recuerdo con voz clara
(más bien en voz oscura del recuerdo)
leer con misma letra le hizo bien el remedio
¿Que habrá sido de aquellos señoríos
¿Del dueño de la tierra y de la amada
al otro costado del camino?
Quién sabe de su ruta o si era analfabeto
o no entendió a Huidobro
o yace ya cubierto por la paz del olvido.




JUVENTUD DEL LEÑADOR

Bajó al profundo sur una mañana
fría como es el sur bajo la lluvia aquella
desde su primavera en lo alto lo observaba
con el torso desnudo y el hacha fuerte asida
y tras otros visillos su madre la miraba
con ese azar curioso del orden de las cosas
El arco de sus bíceps se alzó hinchado el pecho
fantástico arcoiris previo a toda tormenta
con el asta hasta el cielo en ese rayo
que corta aire y memoria el golpe
feroz como esta vida se detuvo en el nudo
gordiano que algún tronco celosamente oculta
para instantes precisos la guardada energía
explotó por las manos el tórax la cabeza
y el leñador callado entre lágrima y moco
salió entonces de escena y retornó al presente
así una bailarina da un paso hacia el costado
cuando el foco se apaga y el telón se descorre
Los años han golpeado sobre el cuerpo
quebraron en dos partes esa imagen del héroe
que de seguro fuimos tan descuidadamente
Por eso tú que escuchas comprenderás ahora
por qué cuando una dama te mira de reojo
te tremolan las manos y se te astilla el pecho.






INFANCIA DE MARCO POLO

No hallará demasiado bajo estas rumas
de papel ni en las esquinas
de la bella Serenísima aunque es cierto
que jugaba al balón por las escalinatas
del dulce San Severo
y en la plaza a la sombra de San Marcos
Busque más allá tras esas costas
del Adriático o en un barrio
de la isla de Curzola entre plumas
de ese ave fantástica que en mi escudo
repitiera -y tanta sandez después- que nunca más nadie
anotó de mi vuelo en Samarkanda (sonora como Curzola)
y pasó de largo hacia el Oriente Yo jugaba al balón
Más tarde mucho más tarde
dicté estos versos por nostalgia mas ahora
nadie sabe de mí o si acaso mi afán
era del mundo ser el centro en un instante
Colón tuvo fortuna yo fui aquel infeliz
que gozó en su secreto lo ganado
No fue mala esta historia
Era yo sin mi padre quien jugaba
por las escalinatas
desta tarjeta postal.






CACHORRO

Perdonad el pelaje descastado
este brillo es de tanto restregarme
de la baba la rabia la patada
Perdonad el mordisco por la espalda
es mi ternura agreste solapada
pero ternura al fin (la única mía)
En verdad salí cachorro
                    en la calle me hice perro.




FE DE RATAS

Donde dice amor no debe decir absolutamente nada
basta con las manchas olvidadas por tu lecho
Donde dice libertad léase justicia
léase calor muslo ángel de la guarda
líbrame de las balas locas
Donde dice orden léase hijos de la grandísima
pero léase en la clandestinidad
léase debajo de un crepúsculo
porque el tipógrafo
es un tipo con santos en la Corte.




NOBLE FAMILIA BUSCA CASA QUE ARRENDAR


En otro tiempo Cameron
en otra tierra
donde el viento pone las condiciones
las tempestades arrojan a la playa
náufragos de cuentos infantiles
íbamos de pastor trescientos años
recordando coronas ovejerías
éramos cada oveja entre pastando
entre orinando flores de tres siglos
pergaminos
Llegamos balando el mar
con una lágrima de Escocia
Amartillamos buques
estaremos
en enviar telegrafías inalámbricas
en el ser gerente del vino
apóstol
guitarrero de yelmos escudos condales
noble gañán que salta grados
animal político en el verso
oveja siempre oveja por el siglo.





Juan Cameron (Valparaíso, 1947) ha publicado en poesía una treintena de libros entre los que destacan Perro de Circo (1979), Cámara oscura (1985) y Treinta poemas para leer antes del próximo jueves (Costa Rica, 2007). En fecha reciente aparecen las recopilaciones So we lost Paradise/ Selected Poems (Nueva Zelandia, 2013), Comme une bicyclette a l’air libre (Nancy, Francia, 2014), Algunos poemas (Perú, 2015) y Poemas desde el andén (U. de Valparaíso, 2016) junto a los poemarios Ciudadano discontinuado (México, 2013), Bitácora y otras cuestiones (Ecuador, 2014), Fragmentos de un cuaderno con vista al mar (Salamanca, España, 2015), Robert Burns y otros poemas (México, 2015), La Pasión según Dick Tracy (2017) y Springarenstal (El discurso del caballo de ajedrez, Suecia, 2019). Algunos premios: Gabriela Mistral (1982), Revista de Libros de El Mercurio (1985), Poesía del Consejo Nacional del Libro y la Lectura (1999), Villanueva de la Cañada (España, 1997), Ciudad de Alajuela (Costa Rica 2004), Paralelo Cero (Ecuador, 2014), Altazor (2014) y Pilar Fernández Labrador (España, 2015).

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