Pedro López Adorno: hacia un sur sin fin del paladar




Continuamos nadando 

Triunfamos intocables toda la tarde aquella
nadando hacia un sur sin fin
casi lluvia en los hombros. Las tijeras
de los blindados cuerpos
destilaban gota altísima de trueno
por la cima de lo que intentaba ser.


Todos los ríos en ascuas. Todas
las naves abolidas. Nadando nuestro
sur sin fin. Paraíso sin freno los anfibios 
ninfómanos de nuestra nómina de huesos. 
Maremoto  los labios. Amor
húmedo vuelo.


Velamen de descalabrado néctar y compás
de guayabas y papayas en la lengua
del mar al fin orilla
hacia un sur sin fin del paladar
que por un enjambre de angulas
continuamos nadando.




Coreografía

Un estallido allá a lo lejos.

En la hazaña de ese ruido
el repentino halcón
como un desembarco o despedida.

Escépticas nubes evalúan la traslación.

Más allá la minúscula extensión de tierra 
en que muere uno de embolia o picazón de asombro
es trueno que presagia el trance del futuro huracán
mientras los invitados decoran la hierba
con sus licores y hors d’oeuvres.

Necesita uno libar algo secreto en esa sínsora
para que la vida en familia no termine
acostumbrándose a los muebles.




Geografía del placer

Tenemos sed de cielo dicen los árboles
y en ese azar llamado cómo   dónde   por qué
cuándo   sin tal vez ni profecía
 los que aman inauguran cadenas.

Regresa la lluvia para que comulguen
los besos con el tejido del abismo.
Impetuoso ajedrez que mueve piezas
cuando el follaje de muslos

mantiene en vilo al pensamiento
horas   años   siglos   cicatrices
sin rozar apenas revelación o llama
o pedacito de sombra por la geografía
del placer. Divino anzuelo 
que en el aire suelta sus buitres.

Volvamos a la devastación dicen los árboles
y en ese azar llamado cuándo   por qué   dónde
cómo   sin tal vez ni profecía 
los que aman circunnavegan las estrellas
añoran los escombros.




Mangosta

¿Para qué vive el viento esta vez? ¿Para qué 
el sol precipicio incomprendido?

¿Para quién proyecta equilibrios la incertidumbre?

Partículas de luz. Toman rumbo
las obsesiones de las hojas. Piel
de felicidad las ramas en lo alto.

Uno jerarquiza pensamiento 
pero entre las rocas resucitan 
palabras, bípedos y anfibios 
que han muerto o mueren.

Orilla y transparencia. Ocaso y caos.

Cimarronaje de higuacas el vaivén
de sombras. El camino.
Antuvión de las lluvias.

Gorjeo en el ladrido humano que busca
manantial. El resto es rumor. Vibran
las ratas sobre el musgo

y uno, roído por la naturaleza
muerta de las horas, se hunde en la alberca
imprecisa de una tarde de julio.

¡Cuán discreto el disfraz!

Ahora sí. Uno ve imperfección y sequía
desde la paupérrima ceguera de yunque
tan alto. Parece mentira tanto aire

en los brazos. Tanta brisa en el vientre.
Tanta ráfaga en la molicie de los muslos.

Unción, contemplación, blanda
almádena de esperas. Uno pierde el turno,
el tino, el desvarío. Cuasi árbol

se desgaja uno hacia la cima. Sube uno.
Siente el aire. Retoza con el frío.

Asusta altura tan gárrulas 
alas. Quiere uno 
deletrear lo prohibido.

Tiene enemigos.

A cada rato se gana el desprecio
de los déspotas. Carné de paria
la subversión de su volumen.

Si lo encuentran mientras suben  
no pierdan el tiempo en simulacros.

Conoce del amor cada silencio,
de la corrupción su algarabía.

Los científicos de Agricultura decoran
el bosque con su semblanza
de alma en pena. 

No alimenten su enclenque 
doctrina de sonidos. No hace
falta clemencia. Hace tiempo tiene cueva. 

Cuidado al acercarse.

Le da rabia el olor de la mentira.





Cena

¿Y qué hubo de la cereza deseada?
¿Del hermético arándano, cima y sima y voltaje?
¿Del cóctel de fiebre y corrupción
frente al intoxicado mar que intercambiaba
angulas por abrazos? ¿Qué grafía anclará 
en las arenas?

No es desierto este aliento pero la sed
impide un “I Fall in Love too Easily
a un milímetro del rapto de las ostras.

El banquete es sombra, nada, 
fue, será, todavía.
El tal vez de los mariscos del conjuro.

Trompeta el lenguaje. Piano
la seducción se pierde al ser pensada.

Al fin esa carencia es otra audacia, otro
grial de irse a pique. Médula
de la demasía. Salto para que la realidad
no sea el único libro que nos haga sufrir. 

Satélites ineptos que somos. Vajilla
que ha de caer. Fragmentos
del origen que en esa bocanada
digerimos para devorarnos más allá
de terrorismos o equilibrios.

Asilo las montañas
en la travesía del sabor
estaotravez  para siempre. 

Arándano y cereza enredadera
de los muslos alegres y en porfía.




Medusa

Si del desviado fondo surgiera la sombra 
que ampara el néctar que dejas al pasar 
resucitaría feliz como Tántalo en el agua.

Allá en la eclosión indecible abrazaría
la medusa que vive en tu entrepierna 
sin olvidar la sed y el hambre de la entrega.




Pedro López Adorno nació en Puerto Rico en 1954. Desde 1965 reside en la ciudad de Nueva York. Doctor en Filosofía y Letras de New York University (1982). Es poeta, crítico literario, novelista y antólogo. Como poeta ha publicado los siguientes libros: Hacia el poema invisible (San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1981); Las glorias de su ruina (Madrid: Playor, 1988); País llamado cuerpo (Lima: Editorial Lluvia, 1991); Los oficios (Sevilla: La Cuerda del Arco, 1991); Concierto para desobedientes (Río Piedras: Editorial Plaza Mayor, 1996); El gran olvido -plaquette (Barcelona: Café Central, 1996); Cumpleaños –poema/plaquette (Nueva York: La Candelaria #10, 1998); Viajes del cautivo (Xalapa: Editorial Graffiti, 1998); Rapto continuo (San Juan/Nueva York: Ediciones Babel, 1999)- edición limitada de 78 poemas que representan un tarot; incluye caja de madera (obra del artesano puertorriqueño, Hipólito Figueroa) e ilustraciones de la grabadora puertorriqueña, Consuelo Gotay; Arte de cenizas/Poesía escogida:1991-1999 (San Juan: Instituto de Cultura, 2004; Opera ardiente (San Juan: Terranova Editores, 2009); Terapia perpetua (Rimini: Raffaelli Editore, 2018)- edición bilingüe español/italiano con traducción de Emilio Coco;  Arca de la desmesura (Granada: Valparaíso Ediciones, 2019) y Versión del que surgía (México: Editorial LaOtra, 2020).  Aparece antologado en Nueva poesía latinoamericana (México: UNAM, 1999); Una gravedad alegre. Antología de la poesía latinoamericana al siglo XXI (Valladolid: Editorial Difácil, 2007); Puerto Rican Poetry: An Anthology from Aboriginal to Contemporary Times (Boston: University of Massachusetts Press, 2007); Jinetes del aire. Latinoamérica y el Caribe Poesía contemporánea (Ecuador/México: Mayor Books, 2008); Vapor transatlántico (México/ Lima: UNMSM, 2008) y Yunaites. Poesía en español en los Estados Unidos (Brasil: Lummer Editor, 2014), entre otras. 

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