A. Garcal: del meneo lubricante de la historia





DILEMA CON FLUIDOS
O DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL CHISME EN ENERGÍA


«Quien calla…», según tu abuela.

Como si supiesen
disertan los labias
la peluca al día
docentes ellos los astrales manisteriales hipocondriales hijos de papá
los del motín
inclusivos
al amparo de mil perdones a plazos hablan
del meneo lubricante de la historia
hablan de lo puntual
se hacen creer
y así
dilatan el orificio a otros efectos del auditorio
órgano de asentir
redondo el orificio
con arrugas
dilatado o estreñido a juzgar por la época
el órgano de sublimar en lametón lo dicho mientras el empuje
hasta el fondo no callan los labias
ni mientras el sacudión
ni mientras el llenado y la preñez
del silencio
del que otorga se callan.



RETAHÍLA SIN CAUSA APARENTE NI CONSUELO

Hay en llorar un tanto muy antiguo,
tan culposo limonar, tan estable
que se cubren de un calor titiritable
las más simples agallas de lo ambiguo.

Por la esquina del ojo escarabajo,
de nalgas rompe el mar en las bombillas
y se tuercen las patas de las sillas
por un suelo más bajo que el de abajo.

Lloramos siguiendo. Se pasa uno
de estación, se sopla, sacude, espera
volver a tiempo para el desayuno.

Apearse de esa coz que reverbera.
Vivir al siglo, homónimo ninguno
de los dedos chupados don



MODESTIA CON DILEMA

Se me alumbra el ojete de la aguja
y por saber me coso esta ceguera,
su estar y no ser, gota enredadera
asida a la implosión de mi burbuja.

Se me rompen el falso y el ombligo
carente de respuestas. Me propongo
dar largas al meollo del diptongo
y ni a maraca llega lo que digo.

Ni crezco ni padezco. Si pregunto,
si leo es porque lo demás me aliena
más que lo leído. Puerta el asunto.

Sotanosal vendido por colmena.
Me alargo en la pedrada del adjunto,
tonto de leche, grave de maicena.


MAJOMÍA DE LA SELECCIÓN FORMAL

Se dice que funciona
que todo marcha
con un margen al error rectilíneamente informe
nótese que andamos ya por el cuarto verso.
En general marcha
todo
el ruido marcha
el olor
lo que falta aquí está marchando allá
por tanto
en un general inclusivo al aquí
está marchando aquí lo que aquí falta
marcha comerse las uñas
barrerlas y dejar la casa limpia
como si no crecieran hasta la ansiedad ni las uñas
en general tiramos lo barrido
y en general crecemos
no se confunda en general con en teoría
o con la práctica
la antonomasia
en general suena a probable sacando
del juego
lo que nos conviene
una carambola a gusto del esperador
suena a pagar las hipotecas conceptuales
a asfixia de este pasillo sí y del otro también
a superar los cuarenta
y llenarse de canas sin rebeldía porque
en general
pudo ser peor y pudimos llegar renqueando
con una cojera venida de antiguos tobillos
hasta sembrarse en el centro
generalista
de todas las artrosis posibles.
En general estamos contentos
en general satisfechos
en general hablamos
a groso modo hablamos
fundamentalmente
he aquí otro acierto de lo general
su ilusión de esencia
legitima el piteo del cobarde
la rifa
el dale a quien no te dio de los ramos peloteados
en general están la ley
la talla
su moda
el pelado y la horma del zapato
el fondo de la silla
el ancho de los ataúdes
en general salen a tiempo los aviones
y pare el hambre al noveno mes
y por causas familiares
ergo por definición
el tío vivo padece esos mareos
a la vez que redunda en un generalismo de ente clavado
pisado a bulto
le giran las cosas
pican en la barriga para contento de un atajo de niños
una generalidad de niños desconocidos.
En esencia
pues
respetamos los diplomas
los premios
el semáforo
en general
entiéndase casi nunca y asimismo casi siempre
no nos caemos de la cama por los pelos
a duras penas
a trancas y a barrancas por lo general
su punto de vista de ojo grande
su reducción a una palabra de todo lo no dicho
sistémico y en conjunto
gracias al general
en jefe
lotería en las derechas recónditas del hombre.
Diciendo en general se trepa uno como antaño al árbol
y arranca la fruta
y la digiere
y cambia
con licencia atribuida
la parte de la historia que más tarde
como algo particular
contará.




(Poemas inéditos seleccionados por el autor)

A. GARCAL (Ciudad de La Habana, 1977). Hizo estudios de Derecho en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, en Cuba, y de Lengua, Cultura y Civilización Hispánica en la Universidad de la Auvernia, en Francia. Obtuvo, en Cuba, los premios de Cuento Infantil Hilo Verde, el Batalla de Mal Tiempo y el Ada Elba Pérez, este último en décima y cuento; en España, el XIV Premio Internacional de Relato Breve Julio Cortázar, de la Universidad de la Laguna, en 2011, por su cuento Casa Llevada; en Colombia, dos menciones en los años 2012 y 2013, con sus cuentos Adolecidos y El nuevo inquilino, respectivamente, en el Certamen Bonaventuriano de Cuento y Poesía de la Universidad de Cali. Además de en las antologías correspondientes a estos eventos, algunos de sus trabajos han aparecido en compilaciones como Punto de Partida (Luminaria, Cuba), Érase un… microcuento (Diversidad Literaria, España), Cachitos de amor II (ACEN Editorial), Ojos de cuentista azul (Editorial Playa de Ákaba) y El legado del Gabo (Ojos Verdes Ediciones).

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