Enrique Bernales Albites: es a gusto del poeta o lector





Poema para mis siete años


A mi amado hijo Emiliano Inca Bernales


O’ the blue-bodied cowherd
Ever playful in love and war
Sadhguru


Baba, eres la alegría de mi tierra,
Aaryaavart, hogar
de los siete ríos,
esplendor
de Vishnu al mediodía

Eres plegaria tibetana que se reza
sola en la rueda del tiempo,
milagro de Shakyamuni,
resplandor de mil soles
en el desierto de New Mexico,

Eres el perfecto compañero
de juegos,
Mi Vaishnavastra:
Triunfo y sensualidad
de mi Dharma




El Explorador (1898) de Rudyard Kipling

Hay algo oculto. Ve y descúbrelo.
Ve y busca detrás de las montañas.
Hay algo oculto tras las montañas.
Hay algo perdido que te espera. ¡Ve!
RK

*Vagamundo de las noches
decadentes y sórdidas
del Raj Británico,
el adolescente Kipling
se pierde en el humo del hashish,
en los estrambóticos bailes
de los sufis de Lahore,
místicos y poetas del Este,
tan diferentes a los límpidos y civilizados
dervishes de amplios vestidos blancos,
de la cosmopolita Istambul,
los sufis del Oeste,

En las noches de calor infernal,
los descalzos y felices Sufis de Lahore,
como hace mil años,
en danza y percusión alucinada
se hacen uno con el absoluto
en los reinos donde el cero nació.




Jantar Mantar o Stellarium de Jai Singh en Jaipur 


Acaso ya es de noche en Delhi y en Jaipur 
y las estrellas picotean las rampas del sueño de Jai Singh;
                                                                             Julio Cortázar


¿Observatorio o batiscafo?
exploramos nuestros cuerpos
contemplando las estrellas
O mejor sería decir:
exploramos las estrellas 
contemplando nuestros cuerpos,
esto, finalmente,
es a gusto del
poeta o lector.


Aquí, en estas tierras sagradas,
mis devotos del Rajasthan, 
nacidos de Kama,
bendijeron nuestra unión, 
dulce Radha, pastora de mis sueños,
tú que eres una con mi flauta y sus melodías.


Sueño desnudo,
sueño descalzo
sueño que camina desnudo,
sueño que como música 
sacra y erótica,
ingresa furioso y de puntitas 
directo al corazón.


En esta noche los sextantes
se unen a nuestra danza ancestral,
nuestros cuerpos danzan y
se aprietan tanto en deseo
como astrolabio en la retina de Cook,
como una nueva y enigmática
coordenada en la bitácora de Lapérouse.


El sueño de Jai Singh
Era, en suma, resta, división
o multiplicación,
un sueño de amor por saber,
amor por conocer las estrellas,
arroparlas en su alcoba real,
hacerles chompas o chalinas,
porque se mueren de frío y
están solitas en el firmamento,
a la espera de un Dios, Raja, 
científico o poeta
amante que les dé calorcito rico.




Respuesta a Cortázar (Prosa del Observatorio)

No era la noche pelirroja para mí,
es la noche de cabellos ensortijados,
la noche negra azabache,
la noche de pétalos de rosa. 

El aire que respiro 
no es puente o caricia,
el aire de Jaipur es aire que se mezcla
con el canto de los mayuras sagrados,
el aire de Jaipur es música de 
tambores
y flautas,
fieles y leales amigos. 

No era Hölderlin, tampoco Marx,
Era Mirza Ghalib leyendo el Gita
del flautista hermoso, 
el azulito Vasudeva, 
hermanito argentino 
nacido en Bélgica.

Prefiero el Jantar Mantar 
sobre
los anillos de Moebius, 
sin lugar a dudas,
Aaryavarta es mi tierra 
y jubilosos, tú, 
escritor sudamericano, 
y yo, gitano de muchas 
tierras incluyendo ésta, 
borrachos nos entregamos en jubilosa
danza a la manera del 
Shiva de la danza cósmica,
Shiva Nataraja ejecuta 
con nosotros
el Ananda Tandava,
La danza de la felicidad absoluta, 
el creador de las múltiples 
realidades se une
a nuestro baile donde
vivimos y morimos, donde
pensamos y fabulamos,
donde amamos y soñamos.




El Oscuro habitante de Mirabai

Ese oscuro habitante en Braj
es mi único refugio.
Oh! mi hermoso amigo,
la comodidad mundana es puro maya,
tan pronto como la obtienes, se desvanece.
He escogido al Indestructible como mi hogar,
Él, a quien la serpiente de la muerte
no devorará porque danza y con sus pies
de loto bendice
sus nueve cabezas.

Amado mío habitas en mi corazón,
ciertamente, te he sentido dentro de mí,
yo, tu morada de la alegría.
El Señor de Mira es Hari, 
el Indestructible.
Me he refugiado en ti, Shyam,
tu sierva soy.




Las poetas y Vasudeva

Mira dice: Señor Girdhar,
pronto, llévate mi dolor.

Mirabai

Mirabai, 
princesa del Rajasthan,
Mi fiel devota, 
vierte tu gita en mí,
vierte tu dulzura en mí, 
el azulito, tu montaña sagrada,
que te ha robado el corazón, 
danza sobre mi vientre 
como Antal, 
mi santa devota, 
de las tierras tamiles, 
cántame una canción,
dame ghee en la boquita
como lo hacía Maiya Yashoda
en mi casita de Vrindavan.

A orillas del Yamuna
Toco mi música,
Mis melodías conmueven
Y perturban las aguas 
del río sagrado 
y los corazones
por igual, Mirabai,
me llevo tu dolor 
con mis pies de loto,
con mi amor milenario.
Soy tu señor Giridhari
la montaña de amor
donde te refugias
de la lluvia y los truenos
sosteniéndote de mi dedito
curador.


(Selección del libro inédito: Indostánica)





Enrique Bernales Albites (Lima, 1975). Es un autor y gestor cultural peruano residente en Colorado, EE.UU. Posee un doctorado en Literatura Latinoamericana por Boston University. Actualmente se desempeña como Assistant Professor of Spanish en University of Northern Colorado. Ha reorganizado el mítico grupo de poesía Inmanencia. Ha publicado los libros de poesía Inmanencia (1998, 2020), Inmanencia: regreso a Ourobórea (1999), 21 poemas: Cerridwen (2004), Regreso a Big Sur (2019), la novela Los territorios ocupados (2008), y la antología de poesía peruana de los noventa, Los relojes se han roto (Ediciones Arlequín, Guadalajara, 2005). Ha participado en diferentes encuentros literarios en Estados Unidos, México, Argentina, Francia y España. Sus poemas han sido publicados en revistas literarias como Colorado Poets Center, Confluencia, Hiedra, Hostos Review, Arkansas Review, Santa Rabia, Mood Magazine, Revista Anestesia, etc. Mantiene una página cultural en la revista ViceVersa de New York con entregas semanales de poemas, cuentos, reseñas y crónicas.





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