Reinaldo Arenas: Otra vez el mar, desmitificación y ruptura

 

por Emilia Yultzarí

1971 es históricamente un año crucial para el surgimiento de la disidencia artística cubana – es el año del “divorcio” de la Revolución de una gran parte de la intelectualidad cubana y extranjera, advirtiendo ésta el inicio de un proceso de estalinización de la cultura en Cuba.

Cuando a principios de los 80 empiezan a soplar los vientos de la “perestroika”, en Cuba, ya mediada la década, se pone en marcha el llamado “Período de rectificación de errores y tendencias negativas” (1986-1992). Respecto del aparente ánimo renovador en el plano ideológico, reaccionan los escritores con mayor espíritu crítico y con más humor e ironía contra los aspectos negativos de la sociedad y contra ciertas pautas estéticas del reciente pasado.

      Según explica Reinaldo Arenas en sus memorias Antes que anochezca (1996), Otra vez el mar, obra central de la pentagonía que incluye Celestino antes del alba, El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar, El color del verano y El asalto, tuvo que ser reescrita de memoria tres veces. La primera versión fue concluida en 1969 y destruida por su albacea literario de aquel entonces. La segunda versión volvió a desaparecer, esta vez a manos de las autoridades cubanas, al ser el autor arrestado (1974). Al salir de la cárcel en 1976, Arenas reescribe por tercera vez la novela y por fin logra sacarla del país gracias a unos amigos franceses, pero el texto aparecerá en primera (y hasta 2002 única) edición en 1982, dos años después de que el escritor escapara de la Isla por vía de Mariel.

El texto de Arenas Otra vez el mar constituye la expresión paradigmática de la descomposición moral y de la marginalidad del sujeto supuestamente revolucionario. La novela, por motivos obvios, nunca fue editada en Cuba y vio luz sólo después del exilio del autor.

En el plano ideológico no cabe mayor desmitificación de la Revolución de la que muestra el texto. Estructurado en dos partes, completamente diferentes entre sí en cuanto a procedimientos escriturales, éste es unívoco en cuanto a la configuración de un fracaso – el de la Revolución – en todos los planos y a todos los niveles. El texto apunta sin inhibiciones al rechazo, a la desesperación, a la disforia  total con respecto de la realidad – el período posterior al triunfo revolucionario.

En la plasmación artística, Otra vez el mar muestra una ruptura total de las normas y convenciones de la novela realista, sobre todo en su Segunda Parte. Esta ruptura concuerda con la explosión de rechazo y crítica en el plano ideológico, y en el plano escritural obedece a la estética de la fragmentación, que está al servicio de la estética de la desmitificación.

El personaje central de los textos desmitificadores por lo general es un sujeto marginado, acusado y acosado por su heterodoxia, muchas veces autocensurada. Esta puede ser ideológica, estética o sexual, o las tres a la vez, como es el caso de Héctor de Otra vez el mar, al igual que otros numerosos personajes de la literatura del exilio. El sujeto exílico homosexual, rechaza terminantemente su ciudadanía estatal, se detiene al margen de los parámetros definibles de la nación y fuera del Estado.

El precursor del enfoque desmitificador en la configuración de la realidad revolucionaria, vista ésta no sólo como denuncia ideológica, sino como experimentación escritural es, sin duda, Reinaldo Arenas. Ya en su primera novela Celestino antes del alba (1967), que inicia la citada pentagonía, él se desentiende del realismo doctrinario que el régimen totalitario ha impuesto como norma estética.

Cabe anotar que la estética de la desmitificación no es “propiedad exclusiva” del bien conocido “grupo de Mariel” – ya habían dado muestras de ello autores del exilio de diversas etapas y tendencias artísticas, coincidiendo, sin embargo, en el enfoque desmitificador al configurar la realidad posrevolucionaria y en la burla y el sarcasmo, causados por el desengaño y la nostalgia.

 

VOLUNTAD DE VIVIR MANIFESTÁNDOSE

De Voluntad de vivir manifestándose

 

Ahora me comen.

Ahora siento cómo suben y me tiran de las uñas.

Oigo su roer llegarme hasta los testículos.

Tierra, me echan tierra.

Bailan, bailan sobre este montón de tierra

y piedra

que me cubre.

Me aplastan y vituperan

repitiendo no sé qué aberrante resolución que me atañe.

                                   Me han sepultado.

Han danzado sobre mí.

Han apisonado bien el suelo.

Se han ido, se han ido dejándome bien muerto y enterrado.

Este es mi momento.

                                               (Prisión del Morro. La Habana, 1975).

 

Reinaldo Arenas fue un escritor cubano, nacido en la provincia de Oriente en 1943. De su obra, que abarca varios géneros, destaca su autobiografía, titulada Antes que anochezca, sus novelas Celestino antes del alba (el único libro que pudo editar en su país) y Otra vez el mar, y su ensayo Necesidad de libertad. Con respecto a su obra poética, presentamos una completa selección, con poemas como «De modo que Cervantes era manco» y «Voluntad de vivir manifestándose«.

Emilia Yulzari: Nació en Bulgaria y se graduó en filología española por la Universidad de Sofía. Realizó estudios de postgrado en la Universidad de La Habana con la tesis de maestría sobre el cuento cubano. Desde 1990 reside en Israel. Doctora (Ph D) por la Universidad Hebrea de Jerusalén donde se desempeñó como profesora y especialista en literatura cubana. Autora del libro «Configuración literaria de la Revolución cubana: de la mitificación a la desmitificación» (Madrid, 2004). Traductora de múltiples obras del español, portugués y hebreo.

Compartir esta entrada