Elizabeth Torres: las regiones que dejamos sin habitar

(Foto cortesía de la autora)

 

Visión

Veo un río amazónico e hirviendo:

En sus olas
una multitud de cuerpos bailan
elevan hogueras, cantan
sus canoas llenas de flores e inciensos
El río es rojo y yo observo desde el puente.

A mi lado una bruja
la mitad de su rostro es una anciana
la otra mitad es una niña

Le digo:
Quieres ver cuánto me duele?
Así me duele, grito, señalando al agua

El tsunami rojo se eleva hasta el infinito
los cuerpos desaparecen en sus mandíbulas
como erupción desde el centro de la tierra

Así me duele
Arde.
Arde.

 


Delirios Apagándose

Rabia de la rabia. Rabia de sangre en luna llena. Rabia de sombras derramándose hacia dos orillas distintas. Rabia de la flecha certera. Rabia también del ciervo y su presentimiento. Rabia de tantos años en abismo. Rabia de agujero negro. Rabia ancestral, milenaria, incandescente. Un río un animal una pulsera de campanas en el pie derecho. Escucha mi rabia galopando hacia la noche. Rabia en singular. En vertical. En vertigo. Rabia de lirios apagandose. Hemos llegado a la desembocadura. Este es el destierro. La orfandad. Hora de cortar los hilos dorados. Hasta aquí, amor, hasta aquí.

 

 

La Herida Invisible

La herida invisible se derrama por todos lados:
No hay membrana ni guerrero ni beso que nos despierte.

La palidez empezó por el pecho
y ahora se van cayendo uno por uno todos los caprichos
Todas las fascinaciones ahora son de piedra
asfalto como tus ojos
como tus venas / como tus risas / como tus gritos que parecen caballos de agua
huyendo en vertical hacia las sombras
como tus dedos cruzándose sobre ríos de sudor y tormento.

Nuestro amor es una zona de derrumbes
yo, sin mis anzuelos a su orilla,
pena de muerte,
salida de emergencia
sé ahogarme en tu vertigo pero no logro salvarnos

El alma deshojándose al otro lado del espejo.

y qué de los espacios intermedios
de sus calles estrechas donde no entró la cordura
de sus bombillos rotos / telarañas fosforescentes
qué de las cuevas donde abandonamos nuestras primeras pieles
la luz blanca
el sobresalto
la leyenda

Aclaración: las regiones que dejamos sin habitar,
aún nos esperan.

Aclaración: las regiones que dejamos sin habitar,
aún nos esperan.

Aclaración: las regiones que dejamos sin habitar,
aún nos esperan.

 

 

Distintos Espantos

Si no entiendes amor
las lenguas con las que te acaricio
no las cortes
que no vuelven a nacer.

Vienen de un trozo de astro distinto
de la condena de los desaparecidos
cada sílaba es un pájaro migrando al sur
reposando en tu hombro
reclamando un poco de agua
no las espantes
no borres sus nidos de tu boca
que después
sus hijos
no sabran volver a tí.

Tu y yo no somos el mismo espanto
pero vamos aprendiendo a reflejarnos
no busques mi origen
no intentes traducir los dialectos de mis habitantes
dejalos bailar en tu cuerpo toda la noche
dejalos perderse en tu furia toda la vida
dejalos tejer con su sangre
los pedazos de ti que cayeron en la guerra.

Pero por favor,
no te consideres arqueólogo
cada vez que te lleven a mi núcleo.

 

Elizabeth Torres (Bogotá, Colombia, 1987). Elizabeth es principalmente poeta, mas su filosofía es que la poesía está en todas partes. Por lo tanto, también es artista multimedia, escritora y traductora. Autora de más de 20 libros de poesía con los que ha recorrido varios continentes, y directora de la revista Red Door y la galería bajo el mismo nombre en Copenhague, la ciudad donde reside. Para más información visite: 

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