Norberto García Hernanz: el ser detenido que al espejo encara
Entre 1893 y 1896 la expedición del Fram, el barco de madera más sólido y resistente jamás construido, atravesó los hielos polares del norte, dejándose atrapar por ellos, sin sufrir un desperfecto. Observando que en su trayectoria a la deriva nunca alcanzarían el Polo Norte, el noruego Fridtjof Nansen, jefe de la expedición, acompañado por su amigo Johansen, consiguió acercarse a lugares septentrionales jamás hollados por el ser humano, caminando sobre la banquisa.
(Norberto García Hernanz)
VOLUNTAD
Lo que los días de mi requieren
que, amigo del existir, ofrezco
en el ser detenido que al espejo encara,
en la parte que menos duele de las distancias,
en el viaje brumoso que la voluntad disipa.
Lo que ellos y yo bajo la luz que amanece,
una y otra vez, de balde,
damos a la intimidad.
Lo que se abre aquí en canal, desesperadamente,
buscando libre mi norte.
El dónde al que aquello me conduce
mientras me dejo llevar.
FRIDTJOF
Ser capaz de cabalgar un sueño
y dejar que se encargue de pasearte por el Polo
navegando enteramente al azar.
Estar del mismo modo satisfecho
si decide no hacerlo.
Vivir luego para contarlo
y ganar un premio Nobel
y no darle importancia.
SUPERVIVENCIA
Regresaron todos vivos
vomitados por la banquisa polar
y por eso el libro de los desastres no contiene
ni una nota de su agónica aventura.
En el tratado del casi morir, sin embargo,
figura la lista completa de aquella tripulación,
de aquellos humanos
sin miedo al viaje feroz tras un sueño,
por mares tormentosos de supervivencia.
[Poemas seleccionados de poemas de EL IR DE NANSEN (ed. Los libros del Mississippi, 2022), de Norberto García Hernanz]