Carlota Caulfield: De la sensación olfativa a la memoria

(Foto: Cortesía de la autora)

 

Tríptico: De la sensación olfativa a la memoria

El laboratorio de la perfumista

1.-Mi madre, la maestra perfumista Ada O’Rob canta, probeta en mano, mientras sube con pasos elocuentes hacia la caldera. Canta a flor de labios hasta dejar caer las últimas gotas de limón y verbena en el hervor de las moléculas. Mueve el émbolo. Sus manos son cómplices de esencias.

2.-Mira el agua de colonia borbotear como lagos, ríos, mares parlantes. Su mirada dice y sabe del flujo caótico, de aletazos de pájaro en las sienes. Hacia arriba los vapores. Su cuerpo es cántaro, su respiración quiebra el hálito del aire. Quiere llegar hasta las entrañas del perfume.

3.- Por siempe presente Ada O’Rob bebe un verano placentero. Su piel es filtro depurador de imágenes. Su proyecto, visión interior. Bien sabe que cada intento de crear es riesgoso. Entonces, altera las proporciones. La intensidad de cada componente es una sombra chinesca en un pilar abrecaminos. Después, se desatan los acordes.

4.-Primero el eucalipto y el pino se vuelven pituita en la nariz. Hay una mujer que canta a toda voz en una calle. El resto es puro insomnio que se cura con lavanda, sándalo, albahaca, manzanilla y heliotropo. El cuerpo recompone su fragmentación y va hacia el encuentro de la canela, el clavo, el romero, el tomillo, la bergamota y la salvia. Euforia. Goce anticipado.

5.-Los perfumes son como las palabras, hay algunos que hacen ruido y otros que regalan placeres. Los primeros son agobiantes, imbuidos de fuertes sustancias aromáticas; los segundos, exquisitos, para siempre presentes en nuestra memoria.

6.-En lo cotidiano es donde florecen los jardines, dice. Después, llega el caos del olfato y el desasosiego. Por semanas, mi madre vivía la soledad de encuentros olfativos que no llevaban a ninguna parte. Anotaba fórmulas en un cuaderno de tapas duras. Con maestría dominaba ideas desordenadas hasta transformar la tensión en cansancio. Sólo ella podía sentir su nuevo perfume. Para ella, una súbita presencia.

7.-Y yo, me acordaré de ti. Una niña la observa con cierta complicidad de futuras armonías, sin aún poder formular la palabra apetito en toda su dimensión evocativa y volverla olfato.

8.-La memoria convertida en mensajera de olores, vuelta multitud de acordes, esculpida en pilares frescos, derramándose sin súplicas. La niña abre los brazos. Mira, descubre, escribe.

9.-Todo se volvía más sutil, se hacía reconocible, más real. Mientras, yo jugaba con frascos de Fragonard, Myrurgia, Guerlain y Rochas. Con curiosidad infantil aprendía el arte de la perfumería y con agudeza derramaba esencias sobre mi cuerpo, en aquel tiempo lienzo de luces disimétricas, expandiéndose por un laboratorio cómplice.

10.- Hoy unas gotas de Habit Rouge de Guerlain rememoran la suavidad de Ámbar, perfume exquisito de mi madre. Mi nariz retoza con sus acordes de naranja y opoponax con curiosidad infantil. Vestigio de una visión interior, puro olfato.

El perfumista canadiense

De Grasse a Toronto hay algunas millas. ¿Cuántas? Podrías buscarlas en un mapa de Google. Un frescor de lluvia primaveral se apodera de los olfatos de la gente. La lavanda no ha dejado de crecer en los campos y anuncia su inconfundible presencia. Son ahora las once de la mañana. A veces no basta con salir a caminar sin apuros. Hay que esperar la llegada de la brisa para percibir olores. Embriagado con o sin perfume, el perfumista tiene un sentido corporal sin rivales en materias olorosas. Exhala y echa de sí fragancias. Las muestras le llegan cada día. Ayer canela. Hoy pachulí. En el día de hoy, no admite visitantes. Después de la siesta regresa a su laboratorio para volver a oler los vapores inhalando de su vaso de perfumes. Efluvio. Su olfato, cuando se compara al de otros perfumistas, sale vencedor. En materias olorosas no hay quien le gane. Fascinados por su órgano de perfumista, los visitantes, ahora en su perfumería, se deleitan con ese conjunto de aceites esenciales, ordenados por hespérides, florales, fougères, chipres, amaderados, ambarados y cueros, esas familias del perfume que conoce a la perfección. Vive el mundo a través de su nariz. Tiene instinto para escoger notas altas con gran tino alejándose de atrevimientos olfativos que borren la sofisticada inocencia de un buen perfume. Por lo general prefiere un minimalismo de notas florales y amizcladas con sensualidad de haiku. Hay perfumes que nos hacen perder la cordura, bien lo sabe. Hasta en sueños ha indagado con curiosidad y empeño en algunos delicadamente edénicos. Por eso idolatra la bergamota, esa especie de lima aromática con efecto acariciador en J’adore de Dior. Con Rive Gauche pour Homme de Yves Saint Laurent, fragancia evocadora y elegante, ha encontrado tonalidades olfativas perfectas. Experimenta. Una mezcla de notas de musgo, madera y encina, lo vuelven en extremo sagaz. Añade un toque de lavanda y tomillo para declararse afortunado y entrar en mi perfumería.

De profesión, nariz

1.- El perfumista toma al azar un frasco y lo abre. Su aprendiz distingue una fragancia de azafrán. Su olfato es un niño que busca la eternidad en los márgenes. Un enigma que no quiere descifrar. Goce pleno de perfume a perfume. El arte de la transformación es movimiento de manos.

2.-El aprendriz siempre con su maestro perfumista. Conocer y memorizar son los verbos precisos de su silencio. Dar con la nota media definitoria, crear el perfume, es devolver la esencia a la esencia.

3.-El perfumista bien nombra todas las materias primas, sintéticas y naturales dispuestas en semicírculo. Su voz emana del órgano en tonos altos medianos y bajos. Con parsimonia, inhala.

4.-El aprendiz se deja guiar por su instinto cada mañana y descubre entre 3 y 5 aromas que añade a su lista. Sus herramientas son más de dos mil, entre aceites primarios, alcohol y fijadores.

5.-El perfumista, por su parte, reconoce todas las familias aromáticas sin esfuerzo y elige frasco tras frasco para continuar la lección. Placer de la idea compartida y el roce de la luz tras la ventana.

6.- El aprendiz cree en los impulsos celestes de su sagacidad olfatoria cuando persistencia y sensibilidad, esas hermanas sabias, no le dan ningún relato y la memoria se disipa en probetas.

7.- El perfumista, desde ayer, está obsesionado con crear una fragancia floral sutil que combine lilas con notas de trigo y pepino para evocar la lluvia sobre flores frescas. Siente un erótico escozor en la nariz. Se queda dormido.

8.-El aprendiz sueña con notas de piña y bergamota. Su nariz lo lleva hacia un olor a cítrico para equilibrar las notas más robustas, confundidas de pronto en una gran familia aromática.

9.- El perfumista, gracias a su virtuoso olfato, se despierta con una sensación cítrica muy fuerte y se da cuenta de que el aprendiz se ha sumergido en el corazón profundo y misterioso de inusitadas sustancias.

10- El aprendiz juega y combina materiales hasta que va definiendo sus notas. Se olvida de la piña, pero la bergamota lo envuelve en su lima aromática. Después lleva al corazón ilang-ilang, esa cananga odorata dulcemente aceitosa que lo fascina. Empieza a añadir una base de gengibre, canela, clavo, vainilla, pachulí, pero de pronto entra en un limbo floral de tonos agrestes. Un escalofrío le anuncia su fracaso. Debe estar a la espera. Espera.

11.-El perfumista piensa una y otra vez en cómo crear el aroma que lo obsesiona desde hace semanas. No intenta combinar nada. Sería demasiado prematuro. De pronto siente un hormigeo en la nariz y su memoria olfativa empieza a mezclar láudano, benjuí, ámbar gris, musgo de roble, raíz de Florencia y vainilla. Un huracán de olores se desata en él.

12.-El aprendiz llega dando zigzagueos hasta el órgano. Su sonambulismo va dejando un rastro de pachulí maderero con olor a incienso y duda.

13. El perfumista percibe notas altas y bajas acariciándole la nariz. El olor es inmenso. Todo está a punto. Su tensión nerviosa se evapora.

14.- El aprendiz despierta sabiéndose infante ávido.

15.-El perfumista ha creado un novedoso aroma.

Qu’ est-ce que le parfum pour vous?

 

(Del libro inédito In Situ)

 

Carlota Caulfield es una poeta cubana de origen irlandés. Entre sus libros se encuentran A Mapmaker’s Diary. Selected Poems, Cuaderno Neumeister / The Neumeister Notebook y Los juguetes de Bertrand / Bertrand’s Toys. Su poemario Movimientos metálicos para juguetes abandonados recibió el Primer Premio Hispanoamericano “Dulce María Loynaz” (2002). En 1988 le fue otorgado en Italia, el Premio Internacional “Ultimo Novecento. Poetas del Mundo.» Caulfield es también la autora de Ticket to Ride. Poems & Essays y Fashionable. Una poeta adicta a la moda/Fashionable. A poet’s passion for style.

Carlota Caulfield, a poet, translator, scholar and literary critic, is the author of eleven books of poems including the prize-winning Oscuridad Divina and Movimientos metálicos para juguetes abandonados, as well as 34th Street and Other Poems, A Mapmaker’s Diary, A las puertas del papel con amoroso fuego/At the Paper Gates with Burning Desire, The Book of Giulio Camillo (a model for a theater of memory)/El libro de Giulio Camillo (maqueta para un teatro de la memoria)/Il Libro di Giulio Camillo (modello per un teatro della memoria), Quincunce/Quincunx, Cuaderno Neumeister/The Neumeister Notebook, and Los juguetes de Bertrand/Bertrand’s Toys.

Additional publications include the editions From the Forbidden Garden: Letters from Alejandra Pizarnik to Antonio Beneyto, A Companion to US Latino Literature and Barcelona: Visual Cultures, Space and Power; the anthologies Voces viajeras. Poetas cubanas de hoy, The Other Poetry of Barcelona and No soy tu musa. Antología de poetas irlandesas contemporáneas; In collaborations with visual poets she published “Alfabesi” as part of Ariel GAngi, Martin GuBbins, J.M. Calleja, Carlota CaulfielD ARIO… & with J.M. Calleja, GHROMYT.

Among her awards are the International Prize “Ultimo Novecento” Poets of the World (Italy, 1988), Primer Premio Hispanoamericano de Poesía “Dulce María Loynaz” (Islas Canarias-Cuba, 2002), Honorable Mention in the “Premio Plural” (México, 1992), an Honorable Mention in the International Poetry Award “Federico García Lorca” (USA-Spain, 1994), The Latin American Writers Institute of New York “Latino Literature” Honorable Mention Poetry Prize (1997) and the Cintas Fellowship for Poetry (1987-1988).

Caulfield has given poetry readings and lectures at universities, colleges, art galleries and cultural centers nationwide and in Europe and Latin America. She has been a Visiting Professor at the University College London, the University of Gröningen, Holland, and a Research Fellow at the Institute of German and Romance Studies, University of London, and the University of Barcelona. She is Professor of the Department of Literatures and Languages at Mills College at Northeastern University, Oakland, California. Her website is www.intelinet.org/Caulfield/

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